Zapatero prometió generar en la próxima legislatura, si sigue en La Moncloa, dos millones de empleos, la mitad de ellos para mujeres, y todo ello pese a reconocer la "desaceleración" de la economía mundial.

El candidato socialista señaló que su proyecto también pondrá en un primer plano la creación de una España más segura, en todos los sentidos: contra el terrorismo, en las carreteras y en los centros de trabajo.

Zapatero hizo votos para que el debate de hoy sea "útil para todos los ciudadanos" y aseguró que, por su parte, apuesta por la "limpieza" y la "veracidad" hasta tal punto que mañana colgará en Internet un "libro blanco" con todos los datos que haya manejado en sus dos "cara a cara" con Rajoy.

A su vez, Mariano Rajoy insistió en que actualmente "hay una mayoría de españoles que no lo están pasando bien" y en que la situación de las familias españolas es ahora peor que hace cuatro años.

Recalcó que hay personas que viven "dramas personales" por la subida de las hipotecas y de la cesta de la compra, así como el aumento de un 43% en el precio de los pisos en esta legislatura, y aseguró que, frente a esos problemas reales del día a día, Zapatero ha centrado sus preocupaciones en asuntos que solo sirven para dividir a los españoles.

Asimismo, subrayó que la inmigración no está controlada, ya que, aunque es cierto que mucha gente viene del extranjero a trabajar honradamente, también hay muchos derechos sociales de españoles que se ven perjudicados y hay que poner orden en eso, agregó.

En el terreno político, acusó al Gobierno socialista de haber heredado un modelo de estado y de financiación de las comunidades autónomas en orden, mientras que ahora "ahora todo está en el alero".

En relación al "cara a cara" del lunes de la semana pasada, Zapatero y Rajoy cambiaron de lugar en la mesa y también se alteró el orden de palabra, de manera que hoy abrirá cada capítulo de debate el candidato socialista.