ZAPATERO: "NO VOY A PEDIR PERDÓN POR HABER INTENTADO LA PAZ PORQUE ERA MI OBLIGACIÓN COMO PRESIDENTE" - El presidente reta a Acebes a debatir con Fernández de la Vega para ver "qué pasa" después del Solbes-Pizarro
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy que no piensa pedir perdón a los ciudadanos por haber intentado conseguir el final del terrorismo de ETA, porque era su obligación como presidente.
En un multitudinario acto en la plaza de toros de Valencia, el presidente aseguró que Rajoy no puede recorrer España diciendo que haya ayudado "en algo" al Gobierno, a diferencia de lo que ocurrió hace cuatro años.
"Yo fui por toda España con la cabeza alta explicando que había apoyado durante cuatro años al Gobierno en política antiterrorista, que había dado un cheque en blanco, por mis principios y por lealtad a España".
Después, en el Gobierno, ha demostrado su capacidad para reconocer errores y pedir disculpas, algo que no piensa hacer, aseguró, por haber subido las pensiones o haber permitido que cada cual se case con quien quiera, y tampoco "por haber intentado la paz y el fin de la violencia, porque era mi obligación como presidente del Gobierno de España".
Hacía ocho años que el PSOE no se atrevía en una campaña de generales con la plaza de toros de Valencia. Rodríguez Zapatero estuvo en ella en las municipales y autonómicas de 2003, pero el resultado no permitía el optimismo suficiente para asumir de nuevo el riesgo en 2004, y la plaza fue relegada en favor del pabellón Fuente de San Luis, de menor aforo.
Los 15.000 asientos de las gradas estaban repletos, también los situados en el albero, y la organización hablaba de unas 22.000 personas en todos los rincones de la plaza y unas 2.000 que se quedaron fuera, llegados de todos los rincones de la Comunidad Valenciana en autocares y también en tres trenes fletados expresamente desde Castellón, Gandía y Xátiva.
AMPLIA MAYORIA
El propio Rodríguez Zapatero reconoció la inyección de moral que supone volver a este escenario. "Cuando la plaza de toros de Valencia está como está hoy, es que va a haber una amplia mayoría del PSOE el próximo 9 de marzo". "Este es el mejor mitin que recuerdo", añadió.
Junto a él estaba la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, cabeza de lista al Congreso por Valencia, que también intervino y a la que el presidente se refirió como pieza esencial de su equipo.
También Pedro Solbes, el otro vicepresidentem que tras su debate con Manuel Pizarro insufló otro balón de exígeno a los socialistas en el inicio de campaña. Ha demostrado que el candidato del PP, dijo, "habrá tenido muy buen sueldo y muy buenas indemnizaciones, pero de economía y de lo que pasa en España, nada de nada".
"Ahora sólo falta que Acebes acepte el debate con María Teresa Fernández de la Vega, para que veamos nuevamente qué es lo que puede suceder". "Esa es la grandeza de los debates", añadió el presidente, que los ciudadanos conocen mejor el proyecto y los equipos de cada cual.
"EL GLOBO SE HA PINCHADO"
Visiblemente satisfecho de la marcha de la campaña, el presidente sentenció ante un auditorio entregado que "el globo se ha pinchado" porque los ciudadanos conocen "la sarta de falsedades" en las que el PP ha basado su oposición de cuatro años.
"Empezaron con las mentiras del 11-M, luego con que España se rompe y que la familia se rompe, luego que la economía se iba a la ruina, y como era mentira duró el mismo tiempo que el debate, una hora y media".
En Valencia también ha salido a la luz "la mayor estafa cometida a esta tierra", el trasvase del Ebro, "que era mentira y ya se les ha visto el plumero y todas las intenciones".
La conclusión de lo sucedido es que "hay que confiar en los políticos y los partidos que pueden decir lo mismo aquí y en Aragón, porque tienen un mismo proyecto" que además es el más capaz de llevar agua a Valencia "a pesar de las trabas de Camps", el presidente de la Comunidad.
El presidente aseguró que el PP ha anunciado tantas catástrofes "porque Aznar había prometido a Rajoy que iba a ser presidente, y resulta que los ciudadanos nos eligieron a nosotros, ese es el problema de fondo".
Con cuatro años de la oposición "más obstruccionista y menos leal, que no ha ayudado nunca a los intereses generales de España", Rajoy llega a las elecciones "con la hoja de servicios en blanco", y ese es el motivo de su exageración y su catastrofismo.
Rodríguez Zapatero dedicó su discurso a desgranar lo hecho gracias al voto de los ciudadanos y a pedirlo de nuevo para proseguir esa senda y también "para huir de tanto insulto y tanta descalificación como ha practicado el PP en estos cuatro años" y para que el país sea gobernado "con lealtad, siempre pensando en el interés general y con voluntad de incluir, de integrar, no de dividir ni crispar".
Para que el presidente, añadió, defienda a su país y a sus compatriotas en el extranjero, como hizo en la cumbre de Chile al defender a Aznar frente a Hugo Chávez. "¿Alguien se imagina a a Rajoy o a Aznar defendiéndome a mí en alguna parte del mundo? Esa es la diferencia", sentenció.
Reiteró también el diferente concepto de firmeza defendido por unos y por otros. Para Rajoy es incrementar la responsabilidad penal de los menores, dijo, y para el PSOE es "ser coherente con los valores y los principios, y tomar decisiones como la retirada de nuestros soldados y decir me voy de Iraq porque es lo que quiere mi pueblo".
Por esos mismos principios, defendió que la sanidad pública atenderá, mientras él sea presidente, a cualquier persona, "tenga el color de piel que tenga y venga de donde venga, porque éste es un país digno".
Criticó con ello la referencia de Miguel Arias Cañete a la atención de las mujeres inmigrantes, y también su gusto por los camareros "de antes", que el presidente atribuye a su nostalgia de cuando algunos tenían que ser "sumisos". "No se si hay camareros como los de antes, pero lo que sí se es que hay señoritos como los de antes", afirmó.
(SERVIMEDIA)
23 Feb 2008
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