Lo hizo durante su diálogo con el economista Thomas Piketty en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, dado que éste defendió lo que dio en llamar un “socialismo participativo”, esa participación de los trabajadores en la dirección de las empresas cuyos ejemplos en tales países estudia en su libro ‘Capital e ideología’.

Díaz, tras la reflexión de Piketty e interpelada por el moderador, definió esta cogestión como “la gran asignatura pendiente” del mundo profesional en España, dado que el secretario general de CCOO Marcelino Camacho ya la propuso en 1980.

“Vamos a trabajar en la democracia en la empresa, en la participación de los trabajadores y trabajadoras”, anunció. “Necesitamos que en el qué se produce, el quién produce y el cómo se produce estén los trabajadores”, señaló, lamentando que actualmente estas decisiones se tomen sólo en “los consejos de administración apegados al reparto de los dividendos” y no a la creación de puestos de trabajo.

“Para ensanchar la democracia no podemos dejar el mundo de la empresa ajeno a la misma”, proclamó, denunciando que el artículo de la Constitución que deja abierta esta posibilidad “nunca se ha desarrollado”. Díaz puso fecha concreta a este estudio de la cogestión de las empresas.

“Este año vamos a trabajar en estas medidas, va a haber un debate importante”, concretó, en su intento de corregir lo que dio en llamar “una concepción monárquica de la empresa” y, por tanto, “no igualitaria, no democrática”, puesto que la empresa es en sí misma “el gobierno y la oposición”.