El acto comenzó a la una de la tarde con la asistencia de unas 1.500 personas, de las que 1.300 se desplazaron en autobuses desde el País Vasco. Con la sosegada música de `Enya' como fondo desfilaron por el escenario 21 personas portando una pancarta con el lema de la concetracion escrito en todos los idiomas de la Unión Europea.

Bitor Ayerdi, portavoz de Elkarri, informado previamente por la policía de la llegada de un grupo de ultraderechistas pidió a todos los asistentes en euskera y en castellano "tranquilidad, tranquilidad y tranquilidad y si llueve o si truena, nosotros a lo nuestro".

Pocos minutos después del inicio de la concentración un grupo de unas 30 personas encabezadas por el ultraderechista, Ricardo Saenz de Ynestrillas, llegaron a la zona abierta qu situada delante de la emblemática estatua del `Oso y el Madroño' de la Puerta del Sol, donde se encontraban los participantes en la convocatoria de la coodinadora pacifista.

Llegaron portando una bandera preconstitucional y coreando frases como "la misma mierda es, Elkarri y HB", "ETA culpable, Gobierno responsable" o "no sois España, sois hijos de puta". Al quedar frente a los concentrados desplegaron una pancarta en la que se podía leer en grandes letras sangrantes "Elkari=HB=ETA".

Las agresioes verbales de los ultras se prolongaron durante todo el acto y no recibieron en ningún momento respuesta de los concentrados que pedían a la Policía que evitaran por todos los medios que se produjera un enfrentamiento.

El funcionario policial que estaba al mando de los efectivos antidisturbios intentó convencer a Ynestrillas de que abandonaran la plaza a lo que el lider ultra le respondío "echadnos una mano y haced la vista gorda".

La concentración ultra no estaba legalizada y durante su manifesación la policía estuvo interpuesta entre unos y otros concentrados.

Mientras tanto, en el escenario se sucedieron canciones interpretadas por Amaia Zubiría y Nacho de Felipe. Tras ellos, el lider de Elkarri, Jonan Fernández, leyó ante los presentes la declaración final del encuentro silencioso.

"Voluntad es, ahora, la palabra compañera que necesita la paz en el conflicto vasco", según ese texto, en el que se solicitó todos los Gobiernos e instancias comunitarias "voluntad para transformar el conlicto vasco. La paz en el País Vasco necesita la ayuda de Europa".

Elkarri propuso en este acto "que se manifieste la voluntad de impulsar soluciones dialogadas y democráticas a lso problemas que tiene planteados nuestra sociedad" y se mostraron dispuestos a "aceptar los principios democráticos y de aceptación de mayorñía, con todas sus consecuencias".

La coordinadora se dirigió especialmente al presidente del Gobierno, Felipe González, para recordarle que "la peor alternativa ante la situación d conflicto y violencia es la pasividad y la parálisis".

A estas afirmaciones, la contramanifestación respondió con negativas rotundas a negociar y con peticiones de aplicación de la pena de muerte a los terroristas.

Unos metros más allá, en la entrada de la calle Preciados, una decena de adolescentes de Falange Española Independiente, coreaban consignas similares a los compañeros de Ynestrillas y al finalizar la concentración comentaban desalentados: "Ellos mismos (los policías) son los que defieden a los que los matan".

Finalmente, el acto se disolvió pacíficamente y los autobuses en los que los concentrados de Elkarri los recogieron en la misma Puerta del Sol para regresar a Euskadi.