Así lo indicó Millán en su intervención en la Cámara Alta tras la intervención del presidente del Ejecutivo en esta sede parlamentaria para informar sobre las medidas adoptadas por su Gobierno para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania y el papel de las administraciones.

Millán preguntó a Sánchez si cree que las mujeres están “más tranquilas después de que el Gobierno haya excarcelado a decenas de violadores”. “¿Cree que a los inmigrantes legales y honrados que hay en España les parece bien que su Gobierno premie a los ilegales y no sea capaz ni de expulsarlos antes de que cometan un atentado?”, cuestionó.

Además, destacó que Sánchez “ha tenido miedo” después de que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ofreciera “un pacto al PSOE”. “Por eso, ha necesitado insultar a los cuatro millones de votantes, para marcar distancias con Feijóo”, matizó.

Por su parte, el senador de UPN Alberto Prudencio Catalán afeó a Sánchez que “327 agresores sexuales han visto reducida su condena” por la aplicación de la ley del ‘solo sí es sí’ y “nadie del Gobierno asume su responsabilidad". Al mismo tiempo, lamentó la “nula voluntad” del Ejecutivo, en estos años, de buscar el “acuerdo y el consenso con todas las formaciones políticas”.

También por el Grupo Mixto, la exsenadora de Ciudadanos Ruth Goñi consideró que las medidas del plan anticrisis “llegan tarde” y son “claramente insuficientes”, pero que Sánchez vende como el “gran remedio” para las familias que “lo están pasando mal”. “No sé si funcionarán”, concluyó, aunque coincidió con Sánchez en que “medidas económicas había que tomar”.

En nombre del Partido Aragonés (PAR), Clemente Sánchez-Garnica defendió que “es posible otra política que se aleje del enfrentamiento estéril, los insultos y las descalificaciones y se base en el diálogo y en el respeto”. “Usted es el legítimo presidente del Gobierno y merece respeto a su persona y sobre todo por España”, dijo a Sánchez, reconociendo así su “compromiso” en resolver cuestiones territoriales, sociales y económicas a pesar de no compartir “alguna de sus políticas”.