El representante de los estanqueros explicó a Servimedia que lo normal es que el precio del tabaco se incremente en una proporción cercana a la del IPC y eso no ha ocurrido en los últimos años por lo que esta medida gubernamental solo pretende corregir una situación anómala.

Plaza señaló que la intención del Gobierno es que el precio mínimo de la cajetilla esté situado en los 2 euros a finales de 2006 y esta es una medida, que además de perseguir una reducción del consumo, favorece la rentabilidad de los estancos, muy mermada durante los últimos cinco años.

"Hemos mejorado algo con respecto a 2004 y 2005, cuando se vendían cigarrillos por 1 euro, pero lógicamente al estanco lo que sea tener precios que no estén de acuerdo con la realidad le perjudica", agrego.

Según Plaza, la guerra de precios entre las compañías tabaqueras ha llevado a que los beneficios de los estancos estén actualmente en niveles de hace una década y eso ha provocado el cierre de muchos estancos.

"Que un 30% de los fumadores compren tabaco por menos de 2 euros es terrible para el Estado y para el estanco", concluyó.