Fernández de la Vega inauguró en Madrid, junto a la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, el encuentro de mujeres parlamentarias iberoamericanas "Hacia una agenda política para la igualdad de género en América Latina y Caribe".

Ante unas 60 parlamentarias de América Latina y otras 20 españolas, la vicepresidenta argumentó que para un gobierno progresista, "como el que represento, es de justicia que en tiempos de crisis reforcemos la protección social y apoyemos a aquellos que necesitan la solidaridad de todos".

Los beneficiados, defendió, "somos todos". "Lo más fácil es atrincherarse en la demagogia fácil y el olvido del interés general como siempre hace la derecha, lo más fácil es intentar desacreditar al Gobierno y sembrar la desconfianza", pero los ciudadanos acaban por "distinguir" a quienes defienden sólo sus propios intereses.

La Ley de Atención a las personas con dependencia, dijo la vicepresidenta, pretende atender a quienes lo necesitan, pero también que las mujeres que mayoritariamente han asumido esa atención vean sus derechos "reconocidos y remunerados".

Fernández de la Vega expuso algunas de las medidas impulsadas en España para avanzar hacia la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, sobre la base de que la exclusión de las mujeres en cargos electos afecta a la calidad de la democracia.

En Iberoamérica, a pesar de que cuatro mujeres han llegado a la presidencia de sus respectivos países, sólo una de cada cuatro carteras ministeriales está ocupada por mujeres, como sólo el 21% de los cargos electos. A escala mundial, de los 42.000 representantes parlamentarios, sólo el 15% son mujeres.

Defendió por ello las leyes de cuotas, ya que sin ellas habría que esperar hasta el año 2052 para que el 40% de los escaños esté ocupado por mujeres.

Abogó también por un modelo económico "que nos haga más iguales y no más diferentes", erradicando datos como que las mujeres sean el 70% de los 1.300 millones de pobres contabilizados en el mundo, que el analfabetismo en los países en desarrollo se cebe con las mujeres, que sólo el 54% de las mujeres en edad de trabajar puedan hacerlo frente al 80% de hombres, o que sus salarios sean entre el 30 y 50% inferior al de ellos.

"No puede ser", sentenció, no sólo por razones de justicia al ser más de la mitad de la población mundial, sino también por motivos de eficacia, porque las mujeres producen y comercializan entre el 50% y el 80% de los alimentos, sacan adelante el 70% de las pymes, y aportan un tercio de la producción económica mundial a través de labores no remuneradas.

La vicepresidente defendió que ese modelo económico debe basarse en el reparto igualitario de las tareas familiares, y para ello hay que garantizar también que los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres "son aceptados, respetados y ampliados, que se levantan todos los frenos irracionales a la salud reproductiva y a la libertad de las mujeres para acceder y utilizar, por ejemplo, métodos seguros y eficientes de planfificación familiar".

Fernández de la Vega aseguró que el objetivo de la igualdad cuenta con el compromiso y el respaldo del Gobierno de España, un país que hoy cumple 32 años de sus primeras elecciones democráticas, "una gran fiesta, una gran alegría colectiva". Hoy, pese a los problemas de toda sociedad, las expectativas de entonces "se han ido cumpliendo".

Después de su intervención, la vicepresidenta firmó el compromiso español con la campaña de la ONU para erradicar la violencia contra las mujeres, y fue agasajada por las asistentes con un ramo de flores por su cumpleaños.