Zaguirre justifica el apoyo a la Iglesia desde la "propia identidad del sindicato, basado en los mejores valores sociales del humanismo cristiano y del socialismo democrático. Camino de 40 año de historia, tenemos que enfrenarnos a una gravísima pérdida de dignidad y derechos del trabajo de la mayoría social trabajadora".

El secretario general de USO denuncia que se está produciendo una inquietante "inversión de valores" sociales y morales, "en virtud de la cual lo económico, lo financiero, los capitales o los implementos tecnológicos devienen hegemónicos frente a las necesidades, aspiraciones y dignidades de las gentes sencillas".

El ministro de Trabajo y Seguridad Social, José Antonio Griñán, se mostró días atrás otalmente en desacuerdo con la pastoral obrera y se preguntó por qué la Iglesia guardó silencio durante la dictadura franquista sobre la situación de los trabajadores, cuando ésta era peor que ahora.