Eladio García, considerado el "cerebro" d la acción, declaró en el juicio, que se celebró hoy en la Audiencia de Madrid, que el promotor de la idea fue el ex policía José Amedo Fouce y que las extorsiones fueron realizadas para financiar las actividades de los GAL.

Sin embargo, la extraña teoría de García, que por otra parte ha recusado en varias ocasiones a sus abogados, sólo ha servido por el momento para retrasar el proceso, que debía haber concluido hace años.

Los otros dos procesados reconocieron también los hechos, aunque manifestron que en ningún momento supieron que toda las tareas que les encargaba Eladio (enviar cartas y paquetes, acompañar a recoger mensajes y demás) estuvieran destinadas a obligar a las empresas a pagarles una cantidad, a pesar de que recibieron 8.300.000 pesetas cada uno.

Según las acusaciones, los procesados iniciaron las extorisones en febrero de 1985, cuando enviaron una carta al director comercial de Danone en la que instaban a la empresa a pagar 25 millones de pesetas, si no quería que envenenaran us productos en el mercado. Como muestra remitían un yogur intoxicado.

En el escrito detallaban que la empresa debía contactar con los extorsionadores a través de un anuncio inmobiliario en un diario madrileño.

Asimismo, amenazaban con filtrar a la prensa la noticia de los envenenamientos, "de manera sensacionalista y negativa para los intereses económicos de la empresa", e incluso llegaron a colocar productos intoxicados en varios supermercados madrileños, en cuyos envases dibujaban una calavera en vista de que Danone se demoraba en la respuesta.

Ante la alarmante situación, la dirección de la empresa accedió a pagar la cantidad exigida, que al final se elevó a 50 millones. El dinero fue arrojado en dos sacas desde un tren con destino a Sevilla, poco antes de llegar a la estación de Parla (Madrid), en el punto indicado por los delincuentes.

Eladio García fue el encargado de recoger el dinero y ocultó a sus compañeros la verdadera cuantía de la extorsión, diciéndoles que la empresa sólo abía pagado 25 millones, que fueron repartidos a partes iguales.

Ante el éxito de la operación, decidieron repetirla en febrero de 1986, esta vez enviando una carta similar a Nestlé, a la que reclamaron 50 millones de pesetas. Esta vez, además de adjuntar como prueba un yogur "Chamburcy" envenenado, remitieron un vídeo en el que mostraban cómo intoxicaban los productos.

La sociedad denunció los hechos a la policía y fueron funcionarios del cuerpo los que sustituyeron a los correos de la empresa e la operación de entrega del dinero, que se realizó el 10 de marzo de ese mismo año.

Los agentes tomaron un tren desde la estación de Atocha con dirección a Lisboa y arrojaron las bolsas con el dinero a su paso por las cercanías de la estación de Fuenlabrada. Varios policías esperaban a Eladio García cuando fue a recoger los paquetes.

El fiscal y las acusaciones consideran a los tres procesados autores de un delito de amenazas, por los que piden 5 años de prisión menor para cada uno y una indemniación equiparable a la cantidad extorsionada a la empresa Danone.