Al ser una proposición no de ley, en caso de ser aprobada no tendría efectos legislativos, sino que supondría un mandato político al Gobierno para actuar en el sentido de la iniciativa.

Según informó el grupo confederal, ésta será la primera iniciativa que llevará al Congreso en el período de sesiones que comienza en febrero y, en concreto, plantea, entre otras medidas, sustituir el Impuesto sobre el Patrimonio por uno sobre las grandes fortunas no bonificable por las comunidades autónomas y un incremento en el tipo impositivo de las empresas eléctricas cuyo volumen de facturación sea superior a 10.000 millones de euros.

Unidas Podemos considera que "el ecuador de la legislatura y las proyecciones de crecimiento acelerado para nuestra economía durante este 2022 y el próximo 2023 hacen que nos encontremos ante la oportunidad de dar un giro de 180º a nuestro sistema impositivo y acompañar el impulso de los fondos europeos con una fiscalidad capaz de repartir justa y eficientemente los recursos".

Además, en la exposición de motivos de la iniciativa observa que "llegará un momento en el futuro en el que España tendrá que trabajar para reducir su deuda pública, hoy muy por encima del 100% del PIB", y para hacerlo "sin implementar recortes en el estado del bienestar" hay que "llevar a cabo una ambiciosa reforma fiscal que permita reducir la brecha de ingresos públicos de entre el 7% y el 9% del PIB que España sufre respecto a la media europea, y que cumpla con la progresividad sancionada en el artículo 31 de la Constitución.

Además de estas dos nuevas tasas planteadas para eléctricas y grandes fortunas, el grupo confederal incluye en su iniciativa la reducción del IVA a los productos de higiene femenina, a las peluquerías y a los productos veterinarios al tipo superreducido; reorganizar los beneficios fiscales; acercar la tarifa de la base imponible del ahorro en el IRPF a la tarifa de la base imponible general y crear nuevos tramos para rentas superiores a los 120.000 euros.