Tres unidades del Servicio de Bomberos deAlcalá acudieron poco después de las diez de la mañana al lugar del suceso, tras ser alertados por la llamada de un vecino de la zona.

Los bomberos desescombraron a mano los cascotes que había producido el derrumbamiento ante la sospecha de que otra persona pudiera encontrarse entre ellos, lo que resultó ser falso.

Posteriormente, derrumbaron la fachada de la finca que quedó en pie y que suponía un grave peligro para los transeúntes.

El joven de 23 años, que era el único inquilino del inmuebe, fue requerido en varias ocasiones por el propietario para que desalojara su vivienda y pudieran realizarse unas obras de acondicionamiento de la finca, que desde hace tiempo presentaba un estado ruinoso.

Ante la negativa del inquilino, el dueño pidió una orden judicial para comenzar las obras, aunque el joven siguió negándose a abandonar su casa, a pesar del inicio de las mismas.

El alcalde de Alcalá de Henares, Florencio Campos, anunció hoy que los servicios técnicos municipales han empezadorealizar una investigación para determinar posibles responsabilidades por parte del inquilino, al permanecer en el inmueble, o por la empresa constructora, para determinar si hizo adecuadamente el apuntalamiento de la finca.