Unicef pide administrar mejor la ayuda al desarrollo ----------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

Tras el fin del enfrentamiento entre los bloqus, ya no existen pretextos para satisfacer las necesidades humanas básicas y construir un nuevo orden mundial que evite la muerte de 250.000 niños a la semana en el mundo (casi 40.000 al día) por carecer de nutrición adecuada, agua potable o atención primaria de salud, según apremia el último Informe del Unicef titulado "Estado Mundial de la Infancia 1992".

El organismo internacional acusa a los gobiernos de los países en desarrollo de emplear sólo el 12 por ciento de sus presupuestos en servicios báscos de salud y educación para los pobres y reprocha a las autoridades de los estados ricos que sólo el 10 por ciento de la ayuda internacional se destine a salud, educación y planificación familiar.

Tal y como se puso de relieve en la Cumbre Mundial en favor de la Infancia de 1990, sólo un 1 por ciento de la ayuda internacional se dedica a los sistemas de atención primaria de salud, que podrían prevenir o tratar el 80 por ciento de los casos de enfermedad y desnutrición en el mundo en desarrollo.

Es decir, contrariamente a lo que se cree en los países desarrollados, sólo una mínima parte de la ayuda al mundo en desarrollo satisface directamente las necesidades básicas de los pobres.

Se impone, señala Unicef, que tanto el mundo desarrollado como el que se encuentra en vías de progreso reestructuren esos gastos, realizando "servicios de bajo costo para la mayoría, en vez de financiar servicios de alto costo destinados a una minoría".

De esa manera podrían financiarse los 20.000 millones de ólares más, necesarios cada año hasta el final de la década, que permitan alcanzar las "ambiciosas" metas en materia de salud y educación acordadas en la pasada Cumbre Mundial en favor de la Infancia.

Estos recursos podrían salir, según el organismo mundial, en sus dos terceras partes de los propios países en desarrollo y el resto de los programas de ayuda internacional.

Otra alternativa que apunta Unicef es la reasignación de los gastos militares. Unos 13.000 millones de dólares podrían obteners suprimiendo el 10 por ciento del gasto de defensa de los países en desarrollo y los 7.000 millones restantes con la asignación de un 1 por ciento del presupuesto militar anual del mundo rico.

Muchos países ya han emprendido reducciones mucho más importantes en este campo, "pero falta un plan coherente y concertado" entre todos los países de la comunidad internacional, señala Unicef.

El informe de Unicef sobre el "Estado Mundial de la Infancia 1992" será presentado esta tarde en Madrid en la sedede la Asociación de la Prensa por el presidente del comité español de Unicef, Joaquín Ruiz-Giménez, a las 19 horas, e irá seguido de la entrega de los "Premios Periodísticos Unicef 1991", que recaerán sobre 17 profesionales de prensa, radio y televisión.

(SERVIMEDIA)
19 Dic 1991
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