De acuerdo con el informe de los agentes medioambientales de la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, siguiendo las directrices del Plan Regional de Lucha contra el Uso Ilegal de Venenos se realizó una inspección en dicho coto privado.

En la inspección se detectó un cernícalo común muerto y se encontraron los primeros cebos envenenados, con un plaguicida altamente tóxico, el carbofurano.

Tras informar al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), se procedió a realizar nuevas inspecciones y se encontraron numerosos cebos, además de un zorro muerto y un ratonero común.

El consejero de Medio Ambiente y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, manifestó hoy su satisfacción en nombre del Gobierno regional tras conocer la sentencia.

Guijarro añadió que, desde la aprobación del Plan Regional de Lucha contra el Uso Ilegal de Venenos en agosto de 2005, "el Ejecutivo castellano-manchego ha declarado la guerra contra esta práctica ilegal que supone graves daños en los ecosistemas y es una de las principales amenazas para la conservación de numerosas especies de fauna amenazada".

"Había que llegar hasta las últimas consecuencias, pues es un caso que se agrava al ser una zona especialmente importante desde el punto de vista medioambiental para especies tan emblemáticas como el lince ibérico o el águila imperial ibérica", indicó.