Así se desprende de un sondeo realizado este pasado jueves entre sus miembros –más de 200 compañías con una media de 120 vehículos pesados por empresa–, que revela también que un 91,3% de estas compañías tampoco ha ingresado la cantidad correspondiente a la devolución de parte del Impuesto de Hidrocarburos, comúnmente conocido como “gasóleo profesional”.

Ante estos datos, Astic advirtió de que se “están acumulando masivamente” los retrasos en los pagos por parte de la Agencia Tributaria, lo que supone un importante golpe económico para el sector que puede ascender hasta los 125.000 euros por compañía.

“La empresa media de las que componen Astic opera con unos 120 camiones, cada uno de los cuales consume al mes un promedio de 4.100 litros de diésel. Si tenemos en cuenta los casi 5 céntimos por litro que a las empresas que se benefician del gasóleo profesional se les devuelve regularmente, nos daremos cuenta de que esa empresa media de nuestra organización está a la espera hoy de recibir unos 25.000 euros por este concepto”, resumió el vicepresidente ejecutivo de la patronal, Ramón Valdivia.

“Lo mismo ocurre con la ayuda de los 20 céntimos. Cerca de 100.000 euros que cada una de ellas no ha recibido aún, cuando estamos en los últimos días hábiles de febrero”, añadió Valdivia. Así, los retrasos en los pagos de Hacienda correspondientes a enero suponen un perjuicio económico medio de 125.000 euros por empresa del transporte.

Desde Astic reconocieron que, en lo que va de 2023, no se han producido subidas “alarmantes” en el precio del combustible a pesar del veto europeo al gasóleo ruso y de los pronósticos de los analistas que auguraban un “notable” incremento de su coste en toda Europa. “Pero no olvidemos que el gasto en combustible representa cerca de un 40% de los costes operativos de un camión pesado”, apostillaron desde la patronal.

El transporte ha sido uno de los sectores más perjudicados por el alza del precio del gasoil, que durante 2022 ha registrado máximos históricos, lo que se ha traducido en que las empresas transportistas hayan llegado a pagar durante varios meses unos 2.000 euros más mensualmente para llenar el depósito de cada uno de sus camiones –sin contabilizar el AdBlue–.

Este coste ha llegado a ser “más del doble” en el caso de los camiones que utilizan gas natural. Cabe recordar que un vehículo pesado puede repostar hasta 1.500 litros de diésel de una sola vez y consume de media 35 litros por cada 100 kilómetros.