La manifestación no estaba comunicada a la Delegación del Gobierno, por lo que las autoridades no han sabido a qué atenerse hasta el último momento. Los convocantes de la marcha serán objeto de un expediente sancionador, según manifestó a Servimedia un ortavoz de la Delegación del Gobierno.

Los 'trailers' se incorporaron a la M-30 en el nudo de Manoteras, dirección sur, y ocuparon los tres carriles de la calzada central a partir de las 9,35 horas, según informaron a esta agencia fuentes del Centro de Pantallas del Ayuntamiento de Madrid.

Esto provocó retenciones en la N-I y los distintos accesos a la M-30 en sentido sur, obligando a la Policía Municipal a desviar todo el torrente circulatorio por la vía de servicio, desde la intersección con lacalle Ramón y Cajal hasta el puente de Vallecas, donde finaliza la calzada lateral.

Cuando los camiones llegaron a ese punto, se apartaron a la derecha y dejaron paso a los demás usuarios de la vía, y la mayoría comenzaron a abandonar la M-30 por el nudo Supersur hacia las 11,30 horas. No obstante, una larga cola de 'trailers' permaneció en el carril derecho de la M-30 entre el nudo sur y el Vicente Calderón, hasta que poco a poco fue disolviéndose.

Los automovilistas que se atrevieron a continua por los carriles de servicio emplearon no menos de 45 minutos en recorrer los mencionados siete kilómetros. Los que salieron hacia la calle Costa Rica descubrieron con estupor que estaba igualmente congestionada hasta la plaza de Cuzco.

La Policía Municipal ha empleado 500 agentes en paliar los efectos negativos de esta protesta. En algunos puntos, como la carretera de Valencia, impedía a los camiones entrar en la M-30. Además, la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía han desplegado otro medi millar más de efectivos para garantizar el derecho de los madrileños a la libre circulación.