EL TRABAJO ANUAL DE LAS AMAS DE CASA VALE SEIS BILLONS, SEGUN UN ESTUDIO
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El valor de los servicios realizados por las amas de casa equivale como mínimo al 11,4 por ciento del PIB, algo más de seis billones de pesetas de 1991, según una estimación recogida en un estudio titulado "El trabajo doméstico. Un análisis económico".
El estudio, del que es autora la doctora en Ciencias Económicas María Cristina Carrasco, y que ha sido editado por el Ministerio de Trabajo, cifra el valor de las labores domésticas entre un 11,4 y u 20,2 por ciento del PIB, que este año superará los 54 billones de pesetas.
Esta estimación es más conservadora que la realizada en estudios similares en otros países, ya que toma como referencia para valorar el trabajo de las amas de casa el salario de una empleada del hogar externa o el salario mínimo interprofesional.
Además, incluye sólo el trabajo de las amas de casa y no contabiliza a la población femenina que compatibiliza el trabajo fuera de casa con las labores domésticas ni el de la pobación masculina implicada también en el esfuerzo doméstico.
Para la autora, la exclusión de la producción doméstica de los indicadores macroeconómicos convencionales, como el Producto Interior Bruto (PIB) "ha contribuido a la creencia de que dicha producción responde a una categoría biológica".
En su opinión, "la medición y valoración de la producción doméstica, además de un fin en sí mismo, debe ser un medio que permita atribuirle la categoría económica que le corresponde y, por ende, un intentode cambio de las relaciones bajo las cuales se realiza".
TRABAJO FAMILIAR
Por otra parte, el estudio pone de manifiesto que la contribución de la mujer al trabajo doméstico total realizado por la familia se sitúa entre un 75 y un 85 por cien.
La aportación de la mujer disminuye levemente con el aumento del número de hijos, y cuando estos tienen entre 6 y 16 años, asumen un porcentaje del trabajo doméstico semejante al del padre.
"Esto lleva a pensar -según la autora del estudio- que la asinación de roles está profundamente arraigada en la sociedad y determina los trabajos de cada sexo, de tal manera, que aquéllos relacionados con los hijos no corresponden al padre".
Los factores que condicionan el número de horas dedicadas al trabajo doméstico son el tamaño de la familia, el estatus laboral de la esposa y la edad del hijo menor.
Concretamente, cuando la mujer pasa de ama de casa a asalariada, el trabajo doméstico de la mujer se reduce alrededor del 40 por ciento, mientras que aumeta un 35 por cien al nacer el primer hijo y algo menos de un 15 por cien por cada nuevo vástago. Este último dato refleja la presencia de economías de escala en la crianza de los niños.
El tercer factor que altera el tiempo dedicado a las labores domésticas es la edad del hijo menor, ya que aumenta sensiblemente cuando éste tiene menos de seis años, puesto que los niños en edad preescolar requieren muchos más cuidados y dedicación por parte de los adultos.
(SERVIMEDIA)
09 Jul 1991
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