"THE ECONOMIST" DICE QUE LOS ESPAÑOLES SE HAN GANADO FAMA DE "AVARICIOSOS" ENTRE SUS SOCIOS COMUNITARIOS
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Los españoles se ven a si mismos como "una de las naciones líderes de la Unión Europea", pero lo que sus socios comunitarios piensan de ellos es que son unos "avariciosos", según un análisis que publica el último número de la revista "The Economist" a propósito de la negativa irlandesa al Tratado de Niza.
La prestigiosa revista británica, en un tono no exento de huor, aprovecha el inesperado resultado del plebiscito irlandés para hacer un repaso de las aspiraciones y temores de los socios comunitarios, y de los "clichés", muy poco simpáticos la mayoría de ellos, con que se ven unos a otros, en agudo contraste con el buen concepto que cada país tiene de si mismo.
La clasificación de "The Economist" sólo deja realmente en buen lugar a finlandeses y portugueses, únicos casos en los que no hay una discordancia grave entre lo que estos paises piensan de si mismos y omo los ven los demás.
Lo que los finlandenses piensan de si mismos es "no somos problemáticos, nada que ver con esos otros nórdicos" y lo que dicen los demás de ellos es "ningún problema, bonitos teléfonos" (Nokia es finlandesa). Los portugueses dicen de si mismos "no nos confundan con España" y son vistos como "pobres pero honestos".
El resto están instalados en la esquizofrenia. Los austriacos se consideran "gravemente malinterpretados" y se les ve con el estereotipo "cuidado con esos neonazis, mientras que los británicos piensan que son "el único país que obedece las normas", pero son vistos como "paniaguados de América" a los que hay que poner en la disyuntiva de "aclararse o irse" de la UE.
Los daneses piensan que "nadie nos entiende" y los demás opinan que "por favor, dejen de celebrar referénda", en tanto que los belgas, que tienen la capital de la UE, piensan que "tenemos montones de ideas", pero los demás sostienen que son "fanáticos pesados".
Los alemanes piensan que "pagamos odas las facturas, deberíamos tener más que decir", y sus socios les ven como "alarmantemente ambiciosos". Los franceses creen que ellos "inventaron la UE y somos los únicos que la entienden", pero con eso sólo consiguen que los demás les tachen de "arrogantes".
Los griegos se consideran "el puesto más avanzado de la UE hacia el Este", pero son vistos como problemáticos "rompe reglas". Los irlandeses se creen "la estrella económica de la UE" por su milagroso crecimiento de los últimos años, pero los dmás piensan que "nos lo deben todo a nosotros", ya que han sido los principales beneficiarios de los fondos comunitarios.
Los italianos sostienen que son "los auténticos creyentes en Europa", pero su fama es la de "política amañada, finanzas amañadas". Los holandeses piensan que son "miembros fundadores, nos merecemos mayor respeto", pero son vistos como "sabelotodos", una fama que quizá no encuentren del todo injustificada quienes recuerden el paso por España de Louis Van Gaal, el ex entrenador del Brcelona, aunque tal vez los aficionados a la economía prefieran acordarse del actual presidente del Banco Central Europeo.
Los suecos están convencidos de que son "los más sinceros demócratas", aunque son vistos como "santurrones", y los luxemburgueses piensan que están en el "escenario" que les corresponde, pese a que los socios de la UE creen en realidad que tienen "demasido poder para un microestado".
"The Economist" tipifica también lapidariamente, para cada país, su mayor esperanza y su mayo temor. En el caso de España, la revista cree que la esperanza es conseguir "montones de dinero de la UE" y su temor "no recibir más dinero de la UE".
(SERVIMEDIA)
17 Jun 2001
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