El testigo protegido fue secuestrado y torturado por unos desconocidos durante la noche del pasado viernes día 8 en las inmediaciones de San Fernando (Cádiz), su localidad de residencia.

A pesar de que el testigo 1964/S disfrutaba de contravigilancia por parte del Ministerio del Interior, éste se ausentó de Madrid desplazándose a San Fernando sin avisr a los policías que le escoltaban.

Además, el suceso se produjo pocas horas antes de que el instructor del caso, el juez de la Audiencia Nacinal Javier Gómez de Liaño, ordenara al Ministerio del Interior que reforzara la vigilancia de su testigo protegido, lo que no pudo hacerse efectivo porque la Dirección General de la Policía recibió, al parecer, con demora la orden judicial.

En sus primeras declaraciones tras hacerse público el suceso, el ministro del Interior calificó de "ejemplar" la actuaión de la Policía y delegó en parte la responsabilidad de lo sucedido a la víctima por no haber informado a sus escoltas del desplazamiento realizado a la localidad gaditana.

El parte médico realizado por los forenses que atendieron al testigo protegido señala lo siguiente: "Policontusionado, destacando el costado derecho, facial, cuello y cabeza. Quemaduras en puntos de cara anterior y posterior del tórax, hombros y brazos y arañazos en la espalda. Desgarro perineal".

De las actuaciones policials y judiciales practicadas desde entonces tendentes a establecer la autoría de la agresión, por el momento se ha procedido a la detención del teniente de la Guardia Civil Lorenzo Bárez la semana pasada en Guatemala. Bárez, jefe de seguridad del edificio diplomático español en aquel país, declaró declarado ante Gómez de Liaño en condición de presunto inductor de la agresión al testigo protegido.