Durante el acto de clausura de un curso celebrado esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, titulado "XXVI Encuentro de las Telecomunicaciones: la era de la banda ancha", López Blanco explicó en qué va a consistir el nuevo modelo de tarifas telefónicas para 2003 que, según dijo, trata de que haya "más servicios a mejores precios".

Tras afirmar que los precios de la telefonía fija bajarán más de un 2% el próxim año, anunció que el Gobierno sacará la cuota de abono mensual del "price cap" (tope de precios máximos que fija el Ejecutivo a Telefónica), lo que permitirá a la operadora dominante bajar menos sus tarifas y seguir cumpliendo los topes fijados por el Gobierno.

Por otra parte, López Blanco confirmó que el Ejecutivo acometerá otras medidas, entre las que destaca la puesta en marcha de la factura única, lo que significa que los clientes con operador distinto de Telefónica ya no tendrán que pagar a esta ompañía, sino a su nuevo marca, que facturará por los servicios y por la cuota. "Desaparece así la relación entre el usuario y Telefónica", que ya no es su compañía, aclaró.

Además, insistió en la creación de un modelo de interconexión de voz y datos por capacidad y anunció que se flexibilizarán "las obligaciones" de las operadoras de cable y de tecnología LMDS con la Administración, sin precisar si supondrá una rebaja en los impuestos que pagan.

Por otra parte, afirmó que las administraciones púlicas abrirán sus sistemas de contratación de servicios telefónicos a todas las operadores. También se elevará de dos a cuatro meses el tiempo que Telefónica tendrá que esperar para hacer ofertas a clientes que se han cambiado a otra operadora.

López Blanco insistió también en la necesidad de que las compañías de telefonía fija trasladen a los usuarios las rebajas ya producidas en el precio de interconexión en las llamadas de fijo a móvil.

Finalmente, confió en que, con todas estas medidas, se fvorezca la demanda, se amplíe la competencia y se rebajen las tarifas, y negó que la actuación del Gobierno en el sector de las telecomunicación sea intervencionista, algo de lo que ayer acusó Teléfonica al Ejecutivo de José María Aznar.