Durante su visita a Chile, Villalonga afirmó que la operación se hará mediante una Oferta Pública de Venta de Acciones (OPV), y no mediante una colocación directa a los actuales accionistas financieros que configuran el denominado 'núcleo duro' -BBV y La Caixa-.

Estos, añadió, seguirán teniendoel 13% del capital de la compañía que ostentan actualmente, a la vez que se aumentará la base accionarial del grupo, pasando de los 650.000 accionistas que tiene actualmente a cerca de 1,5 millones de titulares.

Con este planteamiento, Villalonga confirmó el criterio expuesto ya por algunos miembros del equipo económico de José María Aznar, que apuestan más por el denominado 'capitalismo popular', basado en la colocación de títulos entre los pequeños ahorradores, que en la venta directa a grandes grups para reforzar la política de 'núcleos duros'.

El presidente de Telefónica hizo también referencia en Chile al futuro de su filial internacional (TISA), cabecera de todas sus inversiones en Latinoamerica, al señalar que ha quedado descartado el cruce de participaciones significativas con otras grandes operadoras multinacionales, como era el caso de las negociaciones habidas con las norteamericanas ATT y GTE.

Apostó por una política de alianzas supranacionales, con estas u otras compañías, mediane un modelo que ya forma parte del criterio internacional de la operadora española y ensayado en los consorcios Unisource y World Partners, en los que Telefónica está asociada a grandes grupos europeos, norteamericanos y asiáticos.

Respecto a las participaciones de la compañía en el Cono Sur, Villalonga se reafirmó en sus plan de convertir a Telefónica de Argentina (TASA) en el líder del Mercosur, pero añadió que la CTC de Chile -que controla el grupo español- también tendrá un papel protagonista en e contienente, en una posible referencia a su activa presencia en el mercado de Centroamérica.