Las acciones puestas a la venta (20,9% del capital de la compañía) suman 171.076.800 títulos. De ellos, el 58% (99.224.312 acciones) se destinarán a inversores minoristas e institucionales españoles y el 42% restante (71.852.488 títulos) al tramo de inversores institucionales extranjeros.

Con el reprto, el Estado da preferencia una vez más al pequeño inversor español en la privatización de Telefónica, ya que este segmento de compradores dispondrá del 50% de todas las acciones que salen a la venta (85.538.400). Este 'paquete' se divide en dos subtramos: general -para cualquier ahorrador privado- y especial -para los 90.000 empleados o pensionistas vinculados al grupo Telefónica-.

Estos últimos dispondrán de las mejores condiciones de compra, con descuentos del 6% sobre el precio de referencia quese fijará el día 17 de febrero -sólo lo supera el 8% de rebaja aplicado al fondo de pensiones del grupo-, más una prima de fidelidad de una acción gratis por cada 15 adjudicadas que conserven durante un año. Además, tendrán un tope de compra de hasta 20 millones de pesetas.

Dicho tope se limita a 10 millones de pesetas para los pequeños ahorradores ajenos a Telefónica que acudan a la privatización, para los que también será inferior el descuento de compra, un 4%, y el bono de fidelidad si conservan su títulos un año, uno gratis por cada 20 adjudicadas.

El sistema de venta no será homógeneo en todo el mundo, ya que para el tramo institucional exterior (42% de las acciones en venta) se ha optado por la Oferta Pública de Venta en Estados Unidos, Japón y Canadá, mientras que en Reino Unido, Irlanda, Europa Continental y el resto del mundo, salvo Japón, se ofrecerá una colocación privada.