"Desconocemos el desarrollo del juicio, pero en principio está sometida a un juicio justo", dijo a Servimedia González Armengol, quien añadió que, a partir de ahí, "afotundamente en nuestro país, en nuestra legislación, incluso una vez siendo la sentencia firme, hay vías por las cuales la misma puede no cumplirse".

"Uno de los resortes a aplicar es el indulto, que yo estoy casi convencido de que el Gobierno se lo puede dar. Si además está reinsertada, lo más normal es que, una vez en prisión, el equipo de tratamiento penitenciario pueda hacer una clasificación de tercer grado", afirmó.

En todo caso, subrayó que hay que tener cuidado de que se instaure el hecho e que todo este tipo de conductas, automáticamente, tengan como consecuencia la aplicación de la eximente por legítima defensa.

"Yo creo que lo que íbamos a instaurar ya de forma legalizada, y eso es lo que no puede permitirse una sociedad, sería la venganza privada. Tendríamos causas de justificación que no son causas de justificación legales sino sociales", advirtió.

Por todo ello, señaló que "es mucho más conveniente para todos" que todo este tipo de conductas sean sometidas a un juicio concreo, que se valoren las circunstancias específicas concurrentes y que si, efectivamente, acontece lo que sucede en este caso (tratos vejatorios de forma reiterada durante todo su matrimonio) se pueda recurrir a mecanismos como el indulto o la posibilidad de aplicación casi inmediata de un tercer grado, "que permiten paliar los efectos dañinos de la aplicación de una condena".