En declaraciones a Servimedia, Urra mostró así su deseo de que los menores de hoy no se conviertan en fumadores. "Si los chavales dejan de consumir ahora, no serán consumidores mañana y el tabaco se acabará".

En su opinión, las razones ue empujaban a los menores a empezar a fumar hace años hoy en día no tienen razón de ser. "Antes un niño pasaba a ser hombre con su primer cigarro, los amigos le miraban mejor, un cigarro servía para iniciar una conversación. Ahora ocurre al contrario. Te miran mal, incluso excesivamente mal, si fumas".

"Es un hábito ridículo del que luego cuesta quitarse, es un lesionarse sin razón que no conlleva nada positivo", reiteró. Por ello, destacó que es "fundamental" ir educando en lo que es la vida sana. "in alarmismos, hay que explicar la cantidad de enfermedades que conllevaeste hábito y el costo social y económico que supone".

FUMADORES PASIVOS

Un 70 por ciento de la población española se declara no fumadora, pero sufre las consecuencias del tabaquismo pasivo de forma ocasional, fenómeno que supone un total de 5.000 muertes al año. Además, según advierte Urra, ante el tabaquismo pasivo, como siempre, los más afectados son los más débiles, el feto, los lactantes, los niños y los jóvenes.

Par los niños, convivir con el humo del tabaco causa infecciones respiratorias (neumonias, bronquitis), otitis, laringitis, e incluso neoplasias (tumores).

Si fuma sólo el padre, es como si el niño se fumara 30 cigarrillos al año; si es sólo la madre la fumadora, supone 50 cigarrillos al año y si ambos progenitores fuman, equivale a 80 cigarrillos al año.