Los hechos ocurrieron después de la habitual "foto de familia" en la que José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy se han saludado, razón por la cual los corrillos de uno y otro han estado físicamente muy cerca.

En ese momento, Soraya Sáenz de Santamaría, acompañada de la portavoz adjunta al Partido Popular (PP) Fátima Báñez, se acercaron al corrillo y sacaron una cámara digital. Primero intentaron sacar la foto subiendo la máquina con el brazo e intentado captar una instantánea desde arriba.

Como no era de su total satisfacción, se han subido a una tarima y han hecho varios intentos, hasta que han logrado una foto en la que se veía a Rajoy y a Zapatero, cada uno mirando hacia un lado y atendiendo a los periodistas.

Mientras que Rajoy sí conversó con los periodistas largo y tendido, Zapatero señaló que hoy era un día de celebración no para hacer política. Cuando los periodista comentaron al presidente del Gobierno que el líder de la oposición estaba hablando con los redactores, Zapatero respondió: "Cada uno es como es y esa es la grandeza de lo que hoy celebramos".

Zapatero, quien en todo momento estuvo acompañado de su mujer, Sonsoles Espinosa, sólo respondió a una pregunta sobre el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, y añadió que está "muy contento" con él, incluso más que cuando le propuso para ese cargo.

Aunque este año, al igual que el pasado, se suspendió el habitual cóctel que se celebra tras los discursos oficiales, los asistentes se quedaron hasta que los Reyes abandonaron la Cámara Baja.

UN PASEO ANTES DEL ACTO

Minutos antes de que comenzara la recepción, se pudo ver al ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y al líder de la oposición, Mariano Rajoy, paseando juntos por los pasillos del Palacio del Congreso de los Diputados.

Posteriormente, mientras se producían los corrillos con Zapatero y Rajoy, Rubalcaba mantuvo una larga conversación con el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso.

Por otra parte, el ex presidente del Congreso Manuel Marín se dedicó a hablar de su nueva vida vinculada a la universidad y conversó afablemente con Bono y con el presidente del Senado, Javier Rojo.

Entre los pocos presidentes autonómicos que hoy asistieron a la celebración del Día de la Constitución, se encontraba el de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, quien mantuvo una conversación a la vista de todo el mundo con Zapatero, aunque aseguró después que no hablaron de financiación autonómica.

En cuanto a la Familia Real, tras finalizar el discurso del presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, y pronunciar el Rey unas breves palabras, el Jefe del Estado procedió a saludar a José Luis Rodríguez Zapatero y a su mujer, Sonsoles Espinosa.

El monarca fue muy afectuoso con Alfonso Guerra y saludó también al Defensor del Pueblo, Enrique Múgica. Tanto los Reyes como los Príncipes de Asturias mantuvieron corrillos tanto juntos como por separado.

Así, la reina Sofía conversó con Alfonso Guerra, mientras que la princesa Letizia, además de intercambiar unas palabras con José Bono, fue muy amigable con los periodistas, quienes, por cierto, tuvieron que soportar empujones por parte de los responsables de seguridad a la entrada del Palacio del Congreso, cuando varios dirigientes políticos realizaron declaraciones antes de entrar al acto.

VARIAS GENERACIONES

El príncipe Felipe comentó que lo que más le gustó del acto de hoy fue ver a todas las generaciones de políticos de la democracia, desde la transición hasta nuestro días.

Asimismo, los Príncipes de Asturias, preguntados por sus hijas, comentaron que la más pequeña es "más traviesa" que la mayor, y añadieron que con ellas dos dedicarán el fin de semana a decorar su casa con motivos navideños.

El negro, seguido del gris y del azul marino, que quedó en clara minoría, fue hoy el color predominante en la vestimenta de los asistentes. Los hombres iban con trajes en esas tonalidades, con cobartas sobrias, y las mujeres iban también con colores oscuros, aunque también destacaban pantalones de color crema.

El toque de color lo puso la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, que acudió tocada con un sombrero rojo estilo años 50 y un abrigo blanco. La secretaria cuarta de la Mesa del Congreso, Celia Villalobos, eligió para la ocasión un traje azul celeste. Granate fue el color elegido por la princesa Letizia.

Entre los invitados se encontraban los ex presidentes del Senado Juan José Laborda y Juan José Lucas, el ex presidente del Congreso Manuel Marín, el presiente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, así como históricos de la democracia española española como el ex líder de CCOO Marcelino Camacho y el ex dirigente del Partido Comunista Santiago Carrillo, y el fundador del Partido Popular, Manuel Fraga. También acudieron Nicolás Redondo padre, ex secretario general de UGT, y la que fuera presidenta del Congreso de los Diputados, Luisa Fernanda Rudi.

MINISTROS

Por la alfombra roja también pasearon la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado; el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho; el ministro de Industria, Miguel Sebastián; la ministra de Igualdad, Bibiana Aido, o el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos.

También se dejaron ver el líder del PP, Mariano Rajoy, La portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, y el de IU en la Cámara Baja, Gaspar Llamazares,

También se encontraban Javier Moscoso, ex ministro de Presidencia en los dos primeros gobiernos de Felipe González, así como personalidades de la judicatura, como el presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, la presidenta del Tribunal Constitucional, Maria Emilia Casas, el fiscal general del Estado, Cándido Conde- Pumpido y el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza.