No obstante, indicó que el Ejecutivo español está dispuesto a promover al máximo y a colaborar con el fin de conseguir la ayuda internacional "para evitar la peligrosa pendiente de empobrecimiento que está produciendo la crsis y el asilamiento al pueblo cubano", ya que, a su juicio, democracia y desarrollo son conceptos inseparables.

Solana compareció hoy ante la Comisión de Exteriores del Congreso, a petición del Grupo Parlamentario Popular, para informar de las acciones que emprenderá el Gobierno español ante la ola de represión que está llevando a cabo el régimen de La Habana.

Relató que en el mes de diciembre pasado, coincidiendo con la celebración de las elecciones municipales en la isla, varios disidentes fueon objeto de los denominados "actos de repudio" (detenciones, apaleamientos, acosos) lo que fue rechazado y condenado entonces por el Ejecutivo español y por la Comunidad Europea.

Reflejó la oposición del Ejecutivo español a la propuesta de Estados Unidos de endurecer el embargo contra la isla y el apoyo a la resolución de las Naciones Unidas que exhorta al Gobierno cubano a adoptar medidas que favorezcan los derechos humanos.

Solana explicó que, en la actualidad, la cooperación española con Cubaalcanza los 200 millones de pesetas al año, de los que la mitad van destinados a la adquisición de leche en polvo y el resto para medicamentos, restauración de monumentos y una pequeña partida para becas.

Finalmente, anunció que mantendrá una reunión a partir del próximo 20 de marzo con el secretario de Estado norteamericano en Washington en la que "pasarán revista" a la situación iberoamericana y de Cuba.