LOS SOCIALISTAS EUROPEOS ABOGAN POR UNA GLOBALIZACIÓN BASADA EN LA "EUROPA SOCIAL" Y NO EN "EL INDIVIDUALISMO DE DERECHAS"
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El Consejo del Partido Socialista Europeo (PES) aprobó hoy un manifiesto que ofrece a Europa un nuevo modelo de globalización basado en la construcción conjunta de una "Europa social" que abandone el "individualismo de derechas" y "marque el fin de una era conservadora de mercados mal regulados".
"People first. A new direction for Europe" o "Las personas primero. Un nuevo rumbo para Europa" es el título con el que los socialistas europeos han querido recoger las ideas del manifiesto que han adoptado hoy en la reunión del Consejo del PES en Madrid.
Este manifiesto defiende la idea de ofrecer a los ciudadanos una alternativa socialdemócrata para los próximos comicios europeos frente a "una Europa conservadora en la que el porvenir de nuestros países y de nuestra ciudadanía se deja en manos del mercado".
"El Partido Socialista Europeo está comprometido en la creación de una sociedad más justa y más segura, poniendo a las personas primero a la hora de abordar los retos a los que todos nos enfrentamos", dice el texto.
El documento defiende las respuestas "coordinadas" y "la acción concertada a escala europea" como "vital para abordar la crisis financiera".
"Los opositores reaccionarios a la Unión Europea habrían debilitado a nuestros países" y sin la UE "nos habríamos visto obligados a luchar contra una crisis global sin socios ni instituciones para desarrollar una respuesta coordinada", advierte.
El manifiesto defiende el Tratado de Lisboa como un nexo político entre los países miembros de la Unión Europea y, cuando se cumplen 30 años de la primeras elecciones directas al Parlamento Europeo, quiere definir las nuevas propuestas del PES para este periodo de dificultades económicas.
Los que hoy han ratificado este texto se comprometen a "relanzar la economía y prevenir nuevas crisis financieras"; construir "una nueva Europa social y mejorar las condiciones de vida de las personas" que en ella viven; "transformar a Europa en la fuerza global protagonista de la lucha contra el cambio climático"; "defender la igualdad de género en Europa"; "desarrollar una política migratoria europea eficaz", e "impulsar el papel de Europa como socio para la paz, la seguridad y el desarrollo".
El documento, que reconoce la supremacía conservadora en Europa durante los últimos cinco años, asevera que las fuerzas políticas de derechas "se guían por el mercado" mientras que la izquierda socialista europea se rige por sus "convicciones".
"Ellos (los conservadores) dicen que hay que adaptarse al mercado. Nosotros (los progresistas) decimos que debemos conformar nuestro futuro", sin conformarse ni aceptar que las crisis son "inevitables" porque responden a una "ley de la naturaleza".
EL manifiesto hace un diagnóstico de la situación económica de los países miembros y lamenta "el aumento del desempleo, con casi 17 millones de personas sin trabajo en Europa y muchas más con empleos precarios" un colectivo que sufre "la desaceleración del crecimiento; con riesgo permanente de perder sus hogares; y a las desigualdades sociales".
"Los conservadores han practicado una política de fe ciega en el mercado, al servicio de unos pocos y no del público en general, y ahora estamos viendo el daño que pueden hacer mercados mal regulados. Pero sabemos que podemos hacer algo a este respecto. Podemos relanzar la economía europea y crear una sociedad más justa y segura para todos y todas en una nueva Europa social", explica.
"Nosotros y nosotras, socialistas, socialdemócratas y demócratas progresistas compartimos valores y una visión comunes. Trabajaremos juntos por una Europa más justa, más segura y más verde. Juntos somos una fuente de cambio", concluye la primera parte del documento.
El PES apuesta por un nuevo modelo de globalización, en el que desechan la máxima que, a su juicio, siguen los conservadores, según la cual ahora "el trabajo debe ser más prolongado y duro". Aseguran los socialistas que no es la llamada globalización la que hace esto "inevitable", sino la "mala política" y ante esto defienden que "el trabajo se haga de manera más inteligente, no hacerlo más duro".
"Creemos en una economía social de mercado", continúan, "que permita a toda la sociedad aprovechar al máximo las oportunidades que brinda la globalización. Creemos en la solidaridad entre generaciones, no en el individualismo de derechas".
En cuanto a la política energética europea, los socialistas europeos acuerdan "trabajar conjuntamente en Europa para aumentar nuestra independencia energética desarrollando fuentes de energía respetuosas con el medio ambiente producidas en Europa".
Sobre inmigración, el PES afirma que la Unión Europa "está haciendo esfuerzos por controlar la migración, pero debemos hacer más y hacerlo mejor".
"La migración nos ha aportado beneficios incuestionables y ha contribuido a nuestra riqueza y prosperidad. Para garantizar que podamos seguir disfrutando de los beneficios de una sociedad más productiva, próspera y diversa, trabajaremos para detener la inmigración ilegal en todas nuestras fronteras y para combatir el tráfico de seres humanos", añade.
Los miembros del PES sostienen que "los inmigrantes legales deben tener los mismos derechos y deberes que los demás trabajadores. El asilo es un derecho humano fundamental para quienes huyen de la persecución" y por lo tanto "garantizan" aquí "la protección de los vulnerables y explotados mediante un sistema firme y justo que no sea objeto de abusos".
"Queremos respuestas humanitarias a los retos de la migración legal e ilegal", de modo que el texto que articula las propuestas socialistas para las lecciones que se celebrarán el 7 de junio apuesta por la creación de una "Carta Europea para la Integración de los Inmigrantes".
Además, piden los dirigentes del PES que se busque un acuerdo sobre "un Pacto Social Europeo de Progreso, proponiendo objetivos y estándares para que la política educativa, sanitaria y social nacional contribuya a la lucha contra la pobreza y las desigualdades, así como al desarrollo económico y social de la UE".
En este sentido, sugieren que un "pacto europeo sobre los salarios, que garantice un mismo salario por un mismo trabajo, estableciendo la necesidad de salarios mínimos decentes en todos los Estados miembros de la UE, acordados mediante leyes o negociación colectiva, y aplicables tanto a los trabajadores europeos como a los inmigrantes".
De modo que exigen, entre otras cosas, que desde la Unión se establezca "una Carta Europea de Trabajo en Prácticas para ofrecer a los jóvenes que buscan experiencia laboral mejores derechos y para asegurar que tienen un buen comienzo en su vida laboral".
También proponen "crear una Carta Europea de los Derechos de las Mujeres, para mejorar los derechos y las oportunidades de las mujeres y para promover mecanismos para lograr la igualdad de género en todos los aspectos de la vida social, económica y política".
(SERVIMEDIA)
01 Dic 2008
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