La reacción del Ayuntamiento y de la mayoría de la población obedece al incremento tanto en el número com en la actividad de los traficantes de drogas, así como la proliferación de inmigrantes marroquíes, que duermen en las calles y que, según la policía local, causan numerosos problemas de orden público.

La mayoría de los vecinos acordó hace unos días tratar de acabar con la actividad de los narcotraficantes y expulsarlos del pueblo, que en la actualidad tiene unos 7.400 habitantes.

Tras mantener una reunión con el alcalde, los vecinos tomaron la determinación de "hacer la vida imposible" a los "caellos" y no dejarles entrar en los locales públicos.

Los vecinos de Talayuela consideran que su determinación es "perfecta porque a esos delincuentes no se les puede dejar entrar, por la simple razón de que no se comportan como deben", según comentaron algunos de los residentes consultados por esta agencia.

El propietario de uno de los bares de la localidad explicó a Servimedia que los "camellos" "pierden el control y abusan de los clientes. Desde hace un tiempo para acá, se están concentrando muhos traficantes y hay que tomar unos medios serios para sujetarlos"

"UNA PLAGA"

Los vecinos coinciden en señalar que tanto la Guardia Civil como la policía local y el alcalde "están poniendo todo de su parte, pero es insuficiente, porque nos llegan procedentes de toda la región. Es como una plaga".

Pese a la unión que muestran los vecinos y las autoridades, todos coinciden en señalar que "haría falta tanto como el comer un cuartel de la Guardia Civil" (no hay ninguno en el pueblo).

Por su arte, un policía local de Talayuela inssitió en que "es necesario el cuartel de la Guardia Civil; algo que ya se ha solicitado a la Junta de Extremadura, aunque aún no han respondido".

El agente reconoció en las mismas declaraciones a esta agencia, que, a pesar de que lleva 30 años de servicio, "como en los últimos días, no he pasado ninguno; no sé que va a pasar como seamos incapaces de resolver esta situación".

"Hay una gran cantidad de marroquíes, además de los drogatas, que no se puede tolera, porque duermen en la calle y se pegan entre ellos, provocando una situacioón de inseguridad insoportable", concluyó.

Talayuela pasa por ser una de las principales zonas productivas de tabaco y pimiento en la provincia de Cáceres, motivo por el cual decenas de jornaleros nacionales, pero sobre todo extranjesros, acuden todos los años para desarrollar los trabajos de temporada.

El problema de este verano es que a la falta de trabajo, por un evidente descenso en la propducción de ambos cultivos, s suma un incremento "casi incontrolado" de inmigrantes - especialmente marroquíes - que, al no encontrar ocupación y disponer de escasos recursos para su mantenimiento, "se buscan la vida" a su aire, convirtiendo la situación en el pueblo como "francamente irrespirable", según relataron los vecinos y autoridades locales requeridos.