La huelga, que afecta a Asturias, Cantabria, León y Bilbao, ha sido convocada también para exigir la negociación de n plan de futuro de Feve que recoja la integración de esta compañía en Renfe. Los sindicatos exigen al PSOE que cumpla sus promesas electorales e integre Feve en Renfe creando una sóla empresa.

Según los sindicatos convocantes del paro, la empresa quiere reducir su plantilla actual de 2.500 trabajadores en 800 personas. En Asturias, aseguran que la dirección de Renfe pretende eliminar 400 puestos de trabajo de un total de 1.150 que hay en esta comunidad autónoma.

CGT denuncia que después del ciere de 250 kilómetros en la línea León-Bilbao, es posible que la empresa cierre los tramos de Infiesto-Cabezón y Cudillero-Ortigueira. Este sindicato explica que con el cierre de estos tramos, todo el trazado de Feve transcurriría dentro de la comunidad asturiana, con lo que se cumplirían las condiciones legales para ser transferido al gobierno regional.

Los responsables de la CGT rechazan esta posible solución de futuro, "vista la poca confianza que inspira el actual ejecutivo autonómico, sucursalista,obediente al Gobierno central y responsable, junto con éste, de la crisis en que se encuentra la región por su incapacidad para mantener y crear empleo".

También acusan a la dirección de Feve de tener previsto el cierre de factorías y la privatización de los servicios de mantenimiento de material y vía. Sobre esto último, aseguran que la empresa ha empezado ya a deshacerse de parte de la maquinaría sin justificarlo.

En un comunicado difundido hoy, la CGT critica a los "sindicatos llamados mayoritrios" -refiriéndose a UGT y CCOO- por no sumarse a la convocatoria de huelga de mañana y por haberse limitado a convocar un paro simbólico de una hora cuando Feve cerró parte de la línea León-Bilbao, "ignorando un conflicto que afecta a más de un 33 por ciento de la plantilla de la empresa".