Los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, hicieron esta advertencia en declaraciones a los periodistas en el marco de las movilizaciones en todo el país para exigir un acuerdo salarial y que en Madrid tuvo lugar frente a la sede de CEOE.

Álvarez consideró que “la batalla de los salarios” la están “ganando” los sindicatos al señalar que la mayoría de los convenios firmados introducen cláusulas de revisión ante el repunte de la inflación y los incrementos de las nóminas “superan el 3,5%”.

El dirigente de UGT manifestó que los sindicatos están por la labor de alcanzar un acuerdo y llamó a CEOE a que “vuelva a la mesa de negociación” y que “acabemos con la conflictividad” por la vía del pacto.

Álvarez defendió que los planteamientos sindicales son “absolutamente razonables” y que las empresas se encuentran en una “buena situación” para subir los salarios.

No obstante, advirtió de que “si no hay salarios habrá lucha, habrá conflicto” y “vamos a ir a un otoño precedido por las grandes movilizaciones”.

Además, reivindicó el derecho de las organizaciones sindicales a pedir al Gobierno una revisión del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

En la misma línea, Sordo auguró más movilizaciones y “algún tipo de gran acto sindical” a la vuelta del verano tras constatar que las protestas están teniendo “consecuencias importantes en la negociación de muchos convenios colectivos” en los que está habiendo conflictividad.

El dirigente de CCOO consideró que si no se alcanza un acuerdo en materia salarial es por la “cerrazón” de la patronal a ello y rechazó firmar un documento que suponga “devaluación”

A su juicio, “sería bueno poder resolver pacíficamente” las negociaciones de convenios con unas recomendaciones salariales pactadas que sirvan de guía. Mientras no se produzca dicho pacto, “los sindicatos vamos a seguir movilizando, demandando y haciendo negociaciones que cuando tengan que llegar a la huelga llegarán a la huelga indiscutiblemente”, advirtió Sordo.

Por último, subrayó que el Gobierno debe estar en la mesa de negociación de un pacto de rentas y apostó por “tocar” el impuesto de Sociedades y no solo crear un impuesto específico para las empresas energéticas.