Esta situación es consecuencia, según el sindicato clandestino, de la pasividad de los ayuntmientos, los mandos de los cuarteles y la Iglesia, a la que acusa de ambigüedad por colocar el sacramento del matrimonio por encima de la libertad individual y del respeto a la dignidad de las personas.

El informe ha sido entregado a la Plataforma de Madres en Acción, que actualmente desarrolla una campaña en defensa de los derechos de los menores.

El sindicato clandestino estudió poblaciones rurales de entre 15.000 y 17.000 habitantes, en las que registró una media de 200 denuncias durante 1990.De ellas, un 8 por ciento correspondió a malos tratos a mujeres infligidos por sus maridos o compañeros.

Según las conclusiones de SUGC, "en el mundo rural de Galicia existe un alto grado de agresividad y violencia provocado por la incomunicación, la desinformación, el aislamiento social y la violencia de un machismo primitivo".

Los redactores del estudio señalaron que el informe demuestra que "para un número importante de personas vivir en el mundo rural supone estar condenado a la desinformació y el abandono más cruel".