En marzo se registró un incremento sustancial de la producción y de los nuevos pedidos, consecuencia de unas condiciones económicas globales más fertes. Además, el nivel de la producción creció por decimotercer mes consecutivo, aunque el ritmo fue menor al de febrero.

Por séptimo mes, los nuevos pedidos volvieron a crecer, tanto los procedentes de clientes nacionales como internacionales. El aumento de los trabajos atrasados hizo crecer el empleo en marzo, lo que no sucedía desde junio de 2002.

Los precios de las compras siguieron creciendo en marzo, a mayor ritmo incluso que en febrero. También aumentó el precio de las ventas, al trasladase el alza registrada por los productos comprados.