El proyecto ya ha sido entregado a las comunidades autónomas para su estudio y será presentado en el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, el próximo 2 de marzo en Sevilla.

Además de regular las características físicas de las instalaciones de comedor, la normativa recoge los requisitos que deberá cumplir para almacenar, conservar y exponer los alimentos, las condiciones que habrán de cumplir los menús escolares y la información que deberán proporcionar a los padres.

UNA DIETA SALUDABLE

Desde que las comunidades autónomas asumieran las competencias plenas en materia educativa, cada una ha regulado en su territorio el funcionamiento de los servicios de comedor escolar.

Ahora, Sanidad considera necesario completar dicha regulación desde "una óptica nutricional", es decir, que tenga en cuenta la "educación en estilos de vida y alimentación saludables", según informó el ministerio en nota de prensa.

En este sentido, se tendrá especialmente en cuenta todo aquello que se refiere al menú diario en los centros escolares que, según el proyecto, deberá estar adaptado a la edad del consumidor y ser revisado por profesionales diplomados o licenciados en nutrición y dietética. Además, el comedor tendrá que ofrecer menús alternativos para alumnos que sufran algún tipo de alergia o patología.

En cuanto al suministro de alimentos en sí, la empresa que se haga cargo de ello deberá estar avalada por un Número de Registro General Sanitario de Alimentos para la prestación de este servicio, y quedarán prohibidas dentro de los centros escolares las máquinas expendedoras de alimentos o bebidas que dispensen productos excesivamente ricos en grasas, sales o azúcares.

SEGUIMIENTO

El Real Decreto propone, además, que la "autoridad sanitaria competente" haga un seguimiento del funcionamiento de los comedores escolares e inspeccione el cumplimiento de la normativa. Estas revisiones se fijarán siguiendo una periodicidad y evaluará desde el estado del local hasta los paneles donde deben estar colgados los menús semanales.

En sí, el proyecto pretende renovar la salud de los escolares empezando por la base, los comedores, donde se estima que el 20% de los niños come de lunes a viernes, y no siempre en las mejores condiciones posibles o más saludables.