Matthew Peter Tassio llegó a la capital navarra ayer junto a varios amigos. El joven de 22 años decidió correr el encierro en la custa de Santo Domingo, ante unos "torrestrellas" que el año pasado causaron seis heridos por asta. Los toros venían, además, a gran velocidad en esta primera zona del recorrido.

El norteamericano, que junto a otros corredores tropezó momentos antes de la llegada de la manada, cometió un error de principiante. En vez de tapar su cabeza y quedarse quieto en el suelo de la calle, hizo todos los esfuerzos posibles para levantarse. El astado en ningún momento fue a por él, simplemente siguió su camino. La cgida fue inevitable.

La aorta y el riñón quedaron segados y el norteamericano murió a los pocos minutos desangrado. De nada sirvió su traslado al hospital en memos de 10 minutos, ni que todos los servicios de urgencias, los que habían finalizado su turno y los que entonces lo comenzaban, le esperaran con impaciencia para intentar salvarle la vida.

Mientras se hacía pública la noticia, que de boca en boca corrió por las calles de Pamplona, los amigos de Matthew Peter Tassio llegaban a la consigna e la estación de autobuses para recoger sus mochilas y continuar el viaje.

Entonces, un grupo de pamploneses les comentó que un compatriota suyo había fallecido en el encierro, que se trataba de un joven de Ilinois. Los nervios se adueñaron de los norteamericanos y, tras llamar al Hospital de Navarra, conocieron lo ocurrido.

Ahora, uno de los amigos de Tassio permanece en un hotel del centro de la ciudad, a costa del Ayuntamiento, para iniciar los trámites para el traslado del cadáver a su tierranatal.

La colonia de norteamericanos que habitualmente acude a las fiestas de Pamplona no podía hoy entender lo ocurrido. Ignorancia era la palabra que más repetían, la misma que utilizó el alcalde, Javier Chourraut. Unos y otros coincidieron en que no se debe correr sin conocer las reglas básicas del encierro.

"Quizás, con un poco de experiencia de lo que es el encierro, el muchacho se habría quedado tumbado y no habría sido cogido por el toro. Además, nada se puede prever", aseguraba Chourraut,que esta mañana publicó un comunicado de condolencia en el que indicaba que "sólo San Fermín y Pamplona sabrán comprender el significado de esta desgracia que hoy se ha manifestado en uno de nuestros visitantes".

Cuando esta tarde comience la corrida, toda la plaza de toros se pondrá en píe y rendirá, con un minuto de silencio, un homenaje al corredor fallecido.

El 13 de julio no es un buen día para los encierros de Pamplona. Tal fecha hace 15 años, un "guardiola" segó la vida de dos corredores e la carrera. Hoy, un joven norteamericano, que nunca había participado en el espectáculo más apasionante de los Sanfermines, ha muerto por su propia imprudencia. Además, es la víctima mortal número 13 del encierro pamplonés.