CNI
Sánchez apunta al “fallo claro de seguridad en las comunicaciones del Gobierno” como motivo del cese de Paz Esteban
- Ciudadanos le recrimina haber “arrastrado por el lodo su buen nombre” por mantenerse en el poder
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mencionó este miércoles “un fallo claro de seguridad en las comunicaciones del Gobierno” como el eventual motivo por el que el Consejo de Ministros cesó a la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban.
Lo hizo en respuesta a una pregunta del portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, en la sesión de control al Gobierno: “¿Hasta dónde está usted dispuesto a llegar para mantener sus alianzas parlamentarias?” Con ella reemplazó la que formalmente había registrado: “¿Considera que sus pactos de gobierno dan estabilidad y garantías para solventar los problemas de los españoles?”.
Sánchez se acogió a la registrada y contestó que la estabilidad se manifiesta en los 13 acuerdos con los agentes sociales y el habitual respaldo de los grupos parlamentarios a los proyectos de ley, y reafirmó la voluntad del Gobierno de “garantizar esa estabilidad hasta que termine la legislatura en el año 2023”.
Todo el intercambio se focalizó en el turno de réplica, en el que Bal reprochó directamente a Sánchez lo que ayer hizo con “una funcionaria ejemplar cuya cabeza ha servido en bandeja de plata a los independentistas” y que “viene aquí como si no pasara nada”. “Sí pasa”, puntualizó, cuando “los condenados por delitos son los que fijan la carrera administrativa de los servidores públicos que guardan la aplicación de la ley”.
“Lo ha hecho por mantenerse en el poder”, interpretó. “Es usted capaz de manchar el buen nombre de los servidores públicos, apoyando calumnias o injurias que hacen ver que la directora del CNI se comportó por lo menos con negligencia e incluso, sugiere usted, fuera de la legalidad”. “Eso es una inmoralidad, una indignidad”, denunció.
Bal, que fue cesado por Sánchez como abogado del Estado por negarse a retirar la palabra “rebelión” de un informe sobre el proceso independentista de 2017, fue gradualmente identificando su caso con el de Esteban. Preguntó al presidente si era capaz de ponerse en la piel de “un servidor público que lleva 40 años trabajando por España y cuyo Gobierno le deja en la estacada”, o de imaginarse los sacrificios personales de Esteban “para que usted arrastre por el lodo su buen nombre”, y sentenció que es “lo más cobarde del mundo vilipendiar a una persona que no se puede defender porque trabaja en secreto”.
CABEZAS Y CADÁVERES
El portavoz adjunto de Cs terminó diciendo que él mismo sabía bien “cómo se comporta este Gobierno con los servidores públicos que anteponemos la lealtad a España a la obediencia ciega y sumisa a este Gobierno” y conjeturó: “También le pidieron mi cabeza y usted bajó el pulgar”. “Yo sé lo que es entrometerse en su camino de ambición”, presentó como argumento de autoridad.
Situándose así en el mismo grupo que Esteban, que guardias civiles como Manuel Sánchez Corbí o Diego Pérez de los Cobos y que la jueza Margarita Mariscal de Gante, Bal espetó a Sánchez: “Usted no cree en España, sólo cree en usted mismo”. Para rematar, auguró que Sánchez un día volverá la vista atrás “y verá la senda de destrucción y cadáveres que ha dejado a su paso, muchos de su propio partido, otros servidores públicos, pero sobre todo el buen nombre y el prestigio de España y de sus instituciones”.
Sánchez comenzó su respuesta con mucha sorna. Reconoció a su interlocutor su “cualificación técnica” y su “brillantez oratoria” e ironizó que se solidarizaba con él porque “debe de ser frustrante sentirse tan bueno y tan poco reconocido cuando se presenta a las elecciones”, en alusión a las autonómicas de Madrid el año pasado, en las que fue cabeza de lista de Ciudadanos y no logró su escaño.
A partir de ahí, el presidente rememoró que, al llegar al Gobierno, la Audiencia Nacional le pidió desclasificar documentos que permitieran investigar la “estructura parapolicial” creada bajo el Ministerio del Interior cuando lo lideraba Jorge Fernández Díaz y que decidió “colaborar con la Justicia” y “gracias a eso el antiguo ministro del Interior está procesado y el antiguo secretario de Estado de Seguridad también está procesados”.
Ahora, continuó, centrado ya en el caso del espionaje con el programa Pegasus, “ante un fallo claro de seguridad en las comunicaciones del Gobierno”, lo que hace el Ejecutivo es “poner en manos de la Justicia un hecho delictivo y ser absolutamente transparentes con la opinión pública”. Ante una situación así, preguntó retóricamente a Bal: “¿Tengo que encubrir un delito?”. Y reafirmó el contraste que había hecho con el Ejecutivo de Mariano Rajoy: “Este Gobierno no hace eso. Fue un Gobierno anterior”.
(SERVIMEDIA)
11 Mayo 2022
KRT/gja/jfl