Este informe se une al que ya emitió hace unas semanas Moody’s, que también mantuvo su calificación crediticia en ‘Baa1’, gracias a su gran diversidad geográfica, ya que casi el 65% de los ingresos provienen de negocios internacionales, que representan alrededor del 70% del Ebitda del grupo.

S&P destaca que “el perfil de riesgo empresarial de Iberdrola es uno de los más sólidos entre sus homólogos de servicios integrados calificados”.

Iberdrola anunció el pasado 21 de marzo que tiene previsto invertir 41.000 millones de euros durante el periodo 2024-2026 para impulsar la electrificación de la economía en todos los países en los que está presente.

De esta cuantía, 21.500 millones de euros irán destinados a inversiones en redes en Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y España, lo que representa el 60% de la inversión neta.

“Las actividades proporcionan una buena visibilidad del flujo de efectivo a largo plazo y no están sujetas a revisión regulatoria hasta 2026, cuando comience el nuevo período regulatorio para la distribución de la electricidad en España”, señala S&P.

Por otro lado, al negocio renovable la compañía destinará 15.500 millones de euros brutos para crecer de forma selectiva en tecnologías flexibles y almacenamiento. En este sentido, S&P asegura que “la gestión de la cadena de suministro de Iberdrola sigue siendo una ventaja competitiva”.

Iberdrola está viviendo un momento dulce en el parqué, ya que se encuentra cerca de máximos históricos, al rozar los 12 euros por acción y tener una capitalización que supera los 76.000 millones de euros. Además, desde la presentación de su plan estratégico 25 firmas de inversión han revisado sus recomendaciones y más de un 95% de las casas aconsejan comprar o mantener los titulos con un precio objetivo medio de 12,72 euros.