Roldán compareció hoy por segunda vez ante el juez Garzón aunque en esta ocasión para declarar en calidad de imputado de un presunto delito de falsedad en relación a las diligencias abiertas por la falsificaciónde los documentos de extradición.

Según éstos, las autoridades de Laos limitaban el procesamiento del prófugo en España a los delitos de cohecho y malversación de caudales públicos y no a los 6 que se le imputan.

Durante su declaración, que se prolongó por espacio de 4 horas y media, Roldán aseguró también que estaba convencido de que dichos documentos eran auténticos, motivo por el que estampó su firma en los mismos y se entregó a las autoridades españolas. Por ello, el ex responsable de la Beneérita considera que ha sido engañado, aunque las citadas fuentes no precisaron por quién.

Además, insistió en que sí estuvo en Laos, en contra de lo afirmado por las autoridades de ese país que señalaron que no hay constancia de su presencia en el lugar desde donde supuestamente fue entregado a España.

Tras la declaración de Roldán, que ocupa unos 7 folios, el juez Garzón no adoptó ninguna medida cautelar contra el ex director de la Guardia Civil, quien continúa como imputado en esta causa.

as fuentes consultadas señalaron que ahora el juez Garzón y el fiscal del caso, Pedro Rubira, procederán a practicar una serie de diligencias y pruebas con el fin de confirmar la versión dada hoy por Roldán.

El magistrado permanece a la espera de recibir de la jueza del 'caso Roldán', Ana María Ferrer, las declaraciones prestadas ante ella por los policías que recogieron a Roldán en Tailandia, a quienes, una vez analizados sus testimonios, podría citar a declarar próximamente, al igual que a otras peronas relacionadas con este asunto.

Asímismo, las citadas fuentes señalaron que el juez tampoco descarta solicitar a la Interpol que confirme si Roldán estuvo realmente en Laos al tiempo que el fiscal ha solicitado a su vez al Ministerio de Interior copia de los documentos cruzados supuestamente con las autoridades de ese país para la extradición del ex responsable de la Benemérita.

AMPLIACION

Al término de su comparecencia, el abogado de Roldán, José Luis Rodríguez Porto, anunció que había presntado nuevos documentos para ampliar la denuncia que presentó ante un juzgado madrileño por la supuesta falsificación de los papeles de la extradición.

Sin embargo, acogiéndose al secreto del sumario, no quiso desvelar su contenido ni precisar si se trata del informe caligráfico que, según el diario "El Mundo", encargaron a una perito para comprobar si tampoco es auténtica la firma del ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, que figura en el fax remitido por éste a las autoridades de Las para negociar la extradición de Roldán.

La denuncia interpuesta por Roldán por la falsificación de los documentos todavía no ha sido remitida a la Audiencia Nacional para ser acumulada a la presentada por el empresario José María Ruiz Mateos, dado que la Fiscalía ha recurrido la inhibición a favor de estos juzgados.

José Luis Rodríguez Porto añadió que "lo que sí queremos dejar con absoluta claridad es que el señor Roldán no ha tenido ninguna participación material en la confección y redacción e los citados documentos".

RECURSO

La decisión de Garzón de decretar el secreto del sumario sobre estas diligencias provocó gran malestar al abogado de la acción popular ejercida por Ruiz Mateos, Marcos García Montes, quien no pudo estar presente en la declaración de hoy, por lo que anunció que recurrira dicha medida.

García Montes destacó que no debe ser excluído de las declaraciones, dado que el procedimiento ha sido iniciado tras la presentación de su denuncia y señaló que Roldán debe declarr también ante la jueza Ferrer sobre la condiciones de su entrega.

Roldán inició su declaración ante Garzón a las 10 horas de la mañana. Poco antes llegaba a la Audiencia Nacional a bordo de un vehículo policial camuflado de color gris metalizado, que se introdujo rápidamente en el garaje del edificio, desde donde fue conducido al juzgado del magistrado.

La presencia en la Audiencia Nacional del ex director general de la Benemérita, que al igual que cuando fue entregado a la policía española en Tilandia llevaba su famosa gabardina oscura, aunque esta vez en la mano, fue custodiada por varias docenas de agentes antidisturbios de la Policía que contaron además con una unidad de vigilancia del subsuelo y por varios perros adiestrados.