De los 15 países analizados de la UE, España aparece como el más estricto en lo que se refiere a flexibilidad laboral, seguido de Grecia (58%), Francia (56%) e Italia (54%).

En contraposición, el Índice de Rigidez Laboral más reducido es el el de Reino Unido, con 14 puntos, seguido de Bélgica (20 puntos) y Suiza (23 puntos).

El análisis que han llevado a cabo los técnicos de Adecco y del Iese toma como referencia datos del Banco Mundial y miden la flexibilidad en función del grado de dificultad para contratar a un nuevo trabajador, adaptar el horario a las necesidades del negocio y despedir personal.

España supera la media europea en las tres variables que componen el índice, aunque el peor resultado es el referente a contratación, donde nuestro país tiene el valor más elevado de todo el grupo: 78 puntos frente a los 33 de la media europea.

El factor que más incide en esta variable es la duración máxima de un contrato temporal, que es de 12 meses, frente a, por ejemplo, los 36 meses en Italia y Suecia, los 72 meses en Portugal o la ausencia de límite en Alemania y Reino Unido.

En cuanto a rigidez en los horarios laborales, España obtiene 60 puntos, igual que Alemania, Francia, Italia y Suiza, pero notablemente superior a los 20 puntos de Reino Unido o a los 40 de Bélgica y Holanda.

La variable referida a las restricciones para el despido de personal, España obtiene una puntuación de 50 sobre 100, superando en un 13% el promedio europeo, que se sitúa en 37 puntos.

Los expertos de Adecco y del IESE creen que si se corrigiera el déficit que existe en materia de flexibilidad laboral Españá podría reducir un 7,5% las tasas de desempleo y un 28% la contratación temporal.