Con estos coches prototipo, diseñados para esta función, Renfe pretende elevar sus niveles de seguridad, protegiendo tanto instalaciones y material como a los propios viajeros y clientes del ferrocarril, además de evitar robos, apedremiento de trenes y otros actos vandálicos, de los que el tren ha sido objeto en los últimos años.

Estos vehículos todo terreno también están concebidos para realizar misiones de protección civil y acciones de intervención en casos de accidentes o situaciones de emergencia.

En este sentido, la dotación de los coches, compuesta por dos personas, además de su condición de vigilante jurado poseen, en todos los casos, conocimiento de socorrismo.

Para cumplir ambas funciones, vigilancia y proteccin civil, estos coches prototipo disponen de un equipamiento completo: emisora de radio, extintores, banderines de señales, paquetes de bengalas y petardos, equipo de iluminación, botiquín de primeros auxilios, mantas de lona, colchones neumáticos y cintas de balizamiento, entre otros materiales.

Los vehículos todo terreno, con tracción a las cuatro ruedas, los bajos cubiertos y los parachoques reforzados, pueden circular por encima del balasto y la caja de la vía, aunque habitualmente los está haciend por las vías de servicio, caminos contiguos al ferrocarril y zonas accidentadas próximas al tendido férreo.

Estos coches de vigilancia están situados en 20 ciudades y núcleos ferroviarios importantes, elegidos como puntos estratégicos para cubrir el mayor número de kilómetros de la red, dado su gran autonomía y posibilidad de traslado desde sus puntos de origen.

Así, sus bases centrales se han situado en León, Bilbao, La Coruña, Barcelona, Valencia, Madrid y Sevilla, desde donde la flota se distibuye por Oviedo, Valladolid, Miranda de Ebro, Irún Vigo, Tarragona, Lérida, Zaragoza, Murcia, Mérida, Ciudad Real, Córdoba, Linares y Málaga.