REFORMA SENADO. SOLE TURA DEFIENDE TAMBIEN LA REFORMA DE LA CONSTITUCION

- Da la "bienvenida" a las declaraciones de Fraga y dice que "el gran defecto de la Constitución es el Senado"

MADRID
SERVIMEDIA

El senador de la Entesa Catalana de Progrés (PSC-ERC) y uno de los siete "padres" de la Constitución, Jordi Solé Tura, considera que "el gran defecto" de la Carta Magna es el Senado, por lo que coincidió on el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, en la necesidad de acometer una reforma constitucional que convierta al Senado actual en una cámara que represente verdaderamente a las comunidades autónomas.

Solé Tura dio la "bienvenida" a las manifestaciones de Fraga en favor de la reforma constitucional y afirmó que tienen su explicación en que el presidente fundador del PP también fue ponente de la Carta Magna y, por tanto, conoce que el proyecto inicial era muy distinto del que finalmente seaprobó, y que aún hoy perdura.

La propuesta que suscribe el senador socialista ya figuraba en el primer borrador de la Constitución, pero en el debate final la mayoría de UCD la eliminó. La fórmula consistía en un Senado integrado por unos 75 parlamentarios elegidos directamente por las comunidades autónomas.

Solé Tura explicó a Servimedia que la actual Cámara Alta, aun estando integrada por 250 senadores, no cumple su verdadero papel de representación autonómica, puesto que, a excepción de unos ocos cuya elección es potestad de los parlamentos autónomos, el resto de parlamentarios ocupa su escaño por la circunscripción provincial a la que se presentaron.

El ex ministro del PSOE abogó por llevar a cabo ahora una reforma constitucional que haga posible que sean los parlamentos y gobiernos autonómicos los que designen a los senadores, adoptando dicha propuesta, que, siguiendo el vigente modelo federal alemán, fue aprobada en primera instancia durante la redacción del borrador de la Carta Magna. Esta iniciativa establecía el número de senadores en unos 75 y su elección por las cámaras autonómicas, en proporción a la población de cada comunidad, con un mínimo de parlamentarios garantizado para las menos pobladas. Eso supondría, aproximadamente, el siguiente reparto de senadores: tres para Cantabria, Baleares, La Rioja y Navarra; cuatro para Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Canarias y Murcia; cinco para Castilla y León, Galicia y País Vasco, y seis para Andalucía, Cataluña, Counidad Valenciana y Madrid.

Según este modelo, la composición del Senado no se votaba ni tampoco se disolvía la Cámara, sino que se iba renovando a medida que los parlamentos de las comunidades autónomas iban también haciendo sus propias elecciones y enviaban un número determinado de representantes suyos para formar parte de la Cámara.

No obstante, durante el debate final del texto constitucional, en lo que Solé Tura recuerda como "una discusión durísima que no se solventó hasta el último minuto e la negociación", la UCD consiguió imponer su criterio de crear un Senado prácticamente igual al que ya establecía la Ley para la Reforma Política, es decir, que los senadores serían elegidos en representación de las provincias, "un concepto altamente absurdo, porque la gran novedad de la Constitución era la creación de las autonomías y, en cambio, éstas desaparecían enteramente en el Senado".

Lo único que se cambió después, en relación a las Cortes Constituyentes, es que, en vez de 40 senadores de dsignación real, había un grupo de parlamentarios nombrados por las comunidades autónomas, como sigue ocurriendo ahora.

"Siempre estuve en contra de eso", agregó Solé Tura. "Formulé todas las enmiendas que pude y todas fracasaron. Desde entonces, de esa tesis no me he separado nunca ni un minuto y cuando fui senador por primera vez, hace unos doce años, lo primero que hice fue plantear una enmienda a la Constitución, junto con varios catedráticos de Derecho Constitucional, para volver a la propuesta incial, es decir, un Senado que representase en verdad a las comunidades autónomas".

(SERVIMEDIA)
12 Feb 2002
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