Rajoy dio este paso a falta de tres días para el congreso regional que el PP catalán celebrará este fin de semana enBarcelona para elegir nuevo presidente. Daniel Sirera ha ocupado este puesto desde la renuncia de Josep Piqué en julio de 2007 y fue el primero en anunciar su candidatura con el fin de ser elegido democráticamente por los militantes.

Sin embargo, se encontró con que tanto el portavoz en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, como la parlamentaria Monserrat Nebrera decidieron disputarle la Presidencia del PP de Cataluña. En el último mes, ambos han acumulado avales suficientes para impedir que Sirera siga al frente del partido.

Aunque hace pocas semanas que Mariano Rajoy dio su apoyo a Sirera con su presencia en una conferencia organizada en Madrid por Nueva Economía Fórum, ahora se ha decantado por promover una cuarta candidatura con Alicia Sánchez Camacho al frente que integre todas las demás.

La dirección nacional del PP quiere evitar a toda costa un congreso de división con tres candidatos a la gresca como Sirera, Fernández Díaz y Nebrera. Por eso, Rajoy les envió un ultimátum la semana pasada -tras su reelección como presidente del partido- para buscar una solución consensuada.

No ha sido posible pese a los contactos mantenidos en los últimos días entre los tres candidatos, ya que Sirera se niega a renunciar a la Presidencia del PP catalán y sus dos adversarios se oponen completamente a que continúe al frente.

UNA CANDIDATA DE CONSENSO

La solución intermedia que ha encontrado Génova es que la senadora Alicia Sánchez Camacho sea la nueva presidenta del PP en Cataluña y abra una nueva etapa en esta región, que Mariano Rajoy considera clave para ganar las próximas elecciones generales.

Rajoy tiene depositada una gran confianza en Sánchez Camacho desde hace tiempo. La legislatura pasada fue la portavoz de Interior del PP en el Congreso, en los comicios de marzo fue la cabeza de lista por Gerona y en el Congreso Nacional de Valencia fue una de los encargados de elaborar la controvertida Ponencia Política.

Sánchez Camacho cuenta con el pleno respaldo de la dirección nacional del PP y está bien vista por el entorno de Alberto Fernández Díaz, quien hace dos meses ya le ofreció su apoyo para disputar a Sirera el cargo de presidente.

Fernández Díaz, acompañado de su hermano Jorge -diputado y hombre de confianza de Rajoy-, aprovecharon entonces una disputa personal entre Sirera y Sánchez Camacho para intentar convencerla de que ella era la persona más oportuna para llevar a cabo una renovación.

Sánchez Camacho desechó entonces el ofrecimiento pero ahora no ha podido hacer lo mismo cuando la dirección nacional al completo -a través de Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal y Ana Mato- le ha pedido que sea la solución integradora a la división del PP de Cataluña.

Las fuentes consultadas aseguraron a Servimedia que la disputa entre los tres candidatos había llegado a un punto de no retorno por las "diferencias personales", especialmente entre Sirera y Fernández Díaz.

El portavoz en el Ayuntamiento quería impedir a toda costa que Sirera continuase como presidente, mientras que este se aferraba al cargo que la dirección nacional le concedió de manera improvisada cuando Josep Piqué abandonó el partido el año pasado.

En el PP de Cataluña no han perdonado a Sirera su "egocentrismo" y sus "tics autoritarios" como presidente, sobre todo porque la dirección nacional comparó su papel con el de una gestora cuando llegó en julio de 2007.

NEBRERA PUEDE DAR LA SORPRESA

Con la imposición de Alicia Sánchez Camacho en teoría se acaba el problema, aunque altos cargos del PP de Cataluña manifestaron a Servimedia su temor a que Monserrat Nebrera desoiga el llamamiento a la unidad de Madrid y mantenga su candidatura "hasta el final".

Estas fuentes aducen que Nebrera "no tiene una cultura de partido asimilada", por lo que es capaz de aguantar y dar la sorpresa en el congreso regional que se celebrará este fin de semana.

En plena crisis interna, Nebrera podría conservar los apoyos que ya ha recabado y que son suficientes para oficializar su candidatura. Incluso, en la dirección del PP de Cataluña no se descarta que dé la sorpresa y se imponga a Alicia Sánchez Camacho, a la que ya se llama "la candidata de Madrid".

Lo cierto es que la senadora, a quien Sirera cedió un escaño en la Cámara Alta después de fracasar en su intento por lograr un puesto de diputada por Gerona en las elecciones generales, tenía pensando desvincularse poco a poco de la política catalana y centrarse en sus nuevas tareas en Madrid.

Además, Sánchez Camacho es madre soltera de un niño pequeño. En este aspecto, coincide con la nueva secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.

La apuesta de Sánchez Camacho en Cataluña viene a confirmar la definición que Mariano Rajoy dio del proyecto político que quiere impulsar en esta nueva etapa del PP y que resumió como "centro, mujeres, diálogo y futuro".