Durante un acto en la Casa de Campo de Madrid, organizado por Nuevas Generaciones con motivo del 30 aniversario de la Constitución, Rajoy aseguró que "no son las exigencias nacionalistas irredentas" las que más le preocupan con vistas al futuro del país, sino que los actuales dirigentes del PSOE "han desenterrado su nostalgia del estado federal".

"Esto me parece más inquietante porque es más desestabilizador, sobre todo mientras sean ellos los que gobiernen en España. Es más desestabilizador porque fortalecen a los nacionalistas y no precisamente en beneficio de España o de los españoles", dijo.

Rajoy se refirió así a las reformas estatutarias puestas en marcha por Zapatero desde que ganó las elecciones generales de 2004, que durante la pasada legislatura permitió modificar el marco reglamentario de comunidades autónomas como Cataluña y Andalucía.

A su juicio, la mayor amenaza para la unidad de España en estos momentos es que en el PSOE "han desenterrado su nostalgia del estado federal y, peor aún, han resuelto competir en nacionalismo con los propios nacionalistas".

"En Madrid nos hablan de la nación española, pero en el País Vasco, ¡y son los mismos!, se han propuesto sacar adelante la nación vasca. En Toledo nos hablan de libertad, pero en Barcelona la persiguen. ¡Y son los mismos! En sevilla nos hablan de igualdad, pero en La Coruña la niegan a todo el que hable castellano. ¡Y son los mismos!", exclamó.

CONTRADICCIONES INTERNAS DEL PSOE

Rajoy dijo comprender que en cualquier partido "surgen contradicciones en materias menores", pero se reconoció incapaz de entender que dentro del PSOE haya contradicciones "cuando se habla de los valores que conforman la esencia de nuestra democracia: la soberanía, la libertad y la igualdad".

Criticó que hasta al propio Zapatero le cueste definir "con claridad sus conceptos", hasta el punto de asegurar un día "que la nación es un concepto discutible y elogiar otro el ejemplo que nos dan los padres fundadores de la nación americana".

Recordó que "no han faltado en los últimos cuatro años toda clase de intentos para reabrir heridas y avivar rencillas entre los españoles" y se felicitó de que "afortunadamente, esos esfuerzos, aunque grandes, han resultado baldíos, porque es casi imposible que los españoles renuncien a su propósito de vivir en paz".

No obstante, advirtió de que "debemos suponer que se van a repetir" en los próximos años y, frente a ellos, hay que "estar preparados para combatirlos e impedir que entre los españoles arraigue de nuevo ese veneno de la discordia".

El líder de la oposición se alegró de que "en más de una ocasión" los dirigentes socialistas "se han comido sus palabras" al lanzar en plena campaña electoral "alegres promesas" que han tenido que retirar después de la cita con las urnas.

Sin embargo, apuntó que esta "frivolidad irresponsable" también resulta "inquietante" porque en ocasiones acaba dejando solo "y a mucha honra" al Partido Popular en la defensa de valores contemplados en la Constitución y esenciales para esta formación política, como "la libertad, la igualdad, los derechos individuales, la nación y la soberanía".

POSIBLE REFORMA CONSTITUCIONAL

Rajoy, que en ningún momento se refirió expresamente al PSOE en su discurso pero fue suficientemente claro para que sus palabras se entendieran a la perfección, aseguró no querer ir más allá en sus acusaciones para "no enturbiar esta fiesta" del 30 aniversario de la Constitución.

"Hoy es día para celebrar que somos españoles, que contamos con una Constitución que refleja nuestra voluntad de pueblo soberano, que ampara nuestros derechos, que es el marco para el ejercicio de nuestra libertad individual y el mejor sosten para asegurar la igualdad de todos ante la ley", dijo.

No obstante, advirtió de que "cualquiera que pretenda alcanzar acuerdos constitucionales" con el Partido Popular deberá hacerlo desde el pleno respeto y defensa de principios esenciales como la "la libertad, la igualdad, los derechos individuales, la nación y la soberanía".

Rajoy ensalzó como uno de los grandes méritos de la Constitución española de 1978 que "por primera vez no la hizo media España contra la otra media" sino que se consiguió elaborar un texto duradero porque no fue "como en otras ocasiones un desquite, sino un abrazo" entre todos los ciudadanos.

Definió a España como "un enclave geográfico, una historia compartida, una sangre que se ha mezclado mil veces, una comunidad de sentimientos, un proyecto solidario para el futuro, el marco que garantiza nuestra libertad, la unidad que nos da fuerza ante el mundo" y, a modo de conclusión, sentenció que España es "una nación y no 17".

MANUEL FRAGA COMO EJEMPLO DE "CONCORDIA"

Para concluir su discurso, Rajoy aprovechó la presencia en el acto del presidente fundador del PP, Manuel Fraga, para ponerle como ejemplo de una persona "que supo mirar al futuro, que actuó con inteligencia, con generosidad y consiguió que este país entrara por la senda de la convivencia y de la concordia" en la Transición.

Ante un auditorio abarrotado por unos 800 jóvenes de toda España pertenecientes a Nuevas Generaciones, Rajoy aseguró que "ahora nos corresponde seguir en esa línea" que marcaron Fraga y el resto de los ponentes constitucionales para seguir construyendo un futuro en paz y libertad.

Rajoy fue el protagonista de este acto de Nuevas Generaciones en homenaje al 30 aniversario de la Constitución, en el que un grupo de jóvenes que no habían nacido en 1978 introdujeron papeletas gigantes de "Sí a la Constitución" para ratificar su compromiso con la Carta Magna que aprobaron sus padres.

Junto a Mariano Rajoy también tomaron la palabra la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; así como el presidente y el secretario general de Nuevas Generaciones, Nacho Uriarte y Ángel González, respectivamente.