Este curso da respuesta no sólo a la necesidad de formación para la inserción laboral de las mujeres gitanas, sino que también a través de ellas se abre el camino para que se produzca un mayor acercamiento a la población gitana.

Botella señaló que si la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres en general ha sido dura, mucho más ha sido en el caso de las mujeres de etnia gitana cuya transformación ha sido más intensa y en menos año.

"Al igual que el resto de mujeres españolas", dijo, "las mujeres gitanas han tenido que hacer frente a unas barreras culturales e ideológicas que han frenado su incorporación al mundo social y laboral, en igualdad de condiciones, con los hombres, payos y gitanos. Pero en el caso de las mujeres gitanas este proceso se ha visto agravado en ocasiones por la escasa permisividad que los hombres de esta etnia han demostrado", aseveró.

La edil madrileña hizo una mención especial a las asociaciones de mujeres gitanas, "que han sabido asumir que su desarrollo y promoción implica que tienen que ser responsables en la solución de sus problemas".

El curso se inició en octubre del 2004 y finalizó en junio del 2005, con una duración de 270 horas. Los contenidos se han centrado en las necesidades sociales, la mediación social, la interculturalidad y evaluación de necesidades e intervención social, entre otros temas.