En una nota de presa, Pimec explicó que, más que una reforma fiscal, se trata de una rebaja moderada de los dos principales impuestos directos del Estado: el IRPF y el de Sociedades.

En su opinión, la rebaja del tipo en el impuesto de Sociedades, del 35% al 30% para las grandes sociedades, y del 30% al 25% para las pymes, apenas se notará y no producirá cambios ni ahorros económicos, "ya que la rebaja del tipo de gravamen está previsto realizarla de forma lineal y gradual (un punto por año) entre los años 2007 al 2011".

Además, desde la organización empresarial critican que la reforma del Impuesto no incluya la reivindicación de las pymes de establecer un tipo de gravamen especial del 20% para las micro-empresas (empresas cuya cifra de negocios es inferior a 1 millón de euros).

Pimec es contraria a que se eliminen las deducciones del Impuesto. En particular, la deducción de la reinversión de beneficios extraordinarios por la venta de activos empresariales, ya que, a partir del 2007, será fiscalmente más cara y se rompe la equidad que existía con el coste fiscal de las plusvalías de las personas físicas.

Por ello, es partidaria de mantener las deducciones por las inversiones en I+D+IT, las de internacionalización y fomento de las exportaciones, las de formación del personal, las medioambientales y la del fomento de la informática y comunicación.