Los productos más proclives a estas irregularidades son la leche, los zumos de frutas, el pan de molde, las margarinas, las mayonesas, la miel, los cacaos, las sopas y caldos, los cereales para desayuno y las confituras.

Los productos lácteos son los que incumplen en mayor mdida las normas de etiquetado, ya que en ocasiones cuando estos preparados incluyen una adición extra de calcio y vitaminas se autoatribuyen cualidades preventivas para posibles enfermedades. El estudio de "Ciudadano" argumenta además que en España no existen déficits en este sentido.

En los zumos de fruta, la principal deficiencia es asegurar que que es un producto natural, cuando en la mayoría de los casos ha sido elaborado a partir de zumo concentrado.

En los envases del pan de molde y las mararinas se suele equiparar la elaboración con grasas vegetales con ausencia de colesterol, cuando existen grasas de ese tipo que aumentan el nivel de colesterol en la sangre. La normativa española no obliga a especificar el tipo de grasa vegetal usada.

"Ciudadano" recuerda también a los consumidores que las mayonesas nunca pueden ser caseras ni frescas, como dicen en sus publicidades; que muchos preparados para el desayuno tienen más azúcar que cacao, aunque se proclamen como esto último, y que la ingeta de sopas en sobre no es "comer bien", ya que su principal componente es sal y potenciadores del sabor.

Por su parte, los cereales para el desayuno abusan de las etiquetas de "desayuno completo" o "nutritivo y equilibrado", cuando, según "Ciudadano", no hay alimento completo y el desayuno será más completo cuando más variado sea. También algunas marcas de confituras se jactan de utilizar más fruta que la competencia cuando en su elaboración usan la misma.