Fuentes parlamentarias indicaron a Servimedia que el PSOE y sus aliados en el Congreso tienen apalabrado que los partidos de izquierdas del Grupo Mixto, es decir, Podemos o el BNG, sean los que tengan representación en comisiones como la Constitucional, la de Interior, la de Justicia o la del CNI (en esta última, ya constituida, la responsabilidad recayó en Néstor Rego, del BNG) , para que, en una aritmética parlamentaria tan apretada como la de esta legislatura, el voto decisivo que podría tener el Mixto decante las votaciones de acuerdo con la mayoría que existe en el Pleno.

Algunas de las fuentes consultadas subrayaron que el reparto aún no es "definitivo", y que habiendo decenas de comisiones parlamentarias es preciso cuadrar muchos factores distintos, ésta es la intención de las formaciones progresistas y está "casi hecho". La circunstancia de que los cinco diputados de Podemos hayan abandonado el grupo de Sumar para recalar en el Mixto favorece esta voluntad, ya que, de los ocho que forman parte de este último, seis son de izquierdas.

La de Coalición Canaria, Cristina Valido, y el de Unión del Pueblo Navarro, Alberto Catalán, también tienen que ostentar la representación del Grupo Mixto en algunas comisiones, en las que se pronunciarán y votarán de acuerdo con su posición de partido y no con una imposible de consensuar con sus compañeros de grupo, pero se procurará asignarlos a comisiones menos decisivas, como la de Educación, que apunta a quedar en manos de UPN.

Una de las fuentes consultadas por esta agencia apuntó que, en todo caso, lo importante no es tanto quién ostente la portavocía del Grupo Mixto en cada comisión sino qué diputado y de qué partido acuda a cada tramitación de ley y emita el voto correspondiente en la comisión en función de sus convicciones. Una vez que las iniciativas pasen al Pleno, ahí ya cada diputado tendrá un voto personal y los ocho del Mixto emitirán el suyo propio, con la mencionada proporción de 6 a 2 favorable a las formaciones de izquierda.