En rueda de prensa tras la Junta de Portavoces, López salió así al paso de quienes sugieren que la derogación de la sedición y la rebaja de penas a la malversación pueden favorecer un nuevo intento de los independentistas de separarse de España. ERC, tras conseguir estas reformas penales, ha filtrado una nueva petición de referéndum pactado que debatirá en su asamblea política de enero.

Preguntado también si podía garantizar que no tendrá lugar ese referéndum, el portavoz socialista prometió que el PSOE “no va a permitir ningún referéndum de independencia”, y que, “cuando alguien venga a hablar de referéndum”, los socialistas pondrán “encima de la mesa la Constitución” y, en particular, su título octavo, el que regula el Estado de las autonomías.

Más adelante, tras insistir en que la reforma no afloja sino que refuerza la lucha contra la corrupción con el nuevo delito de enriquecimiento ilícito y en la necesidad de distinguir malversación con y sin ánimo de lucro, López esgrimió “la garantía de que no se vuelva a producir” una proclamación independentista porque “instrumentos tenemos”.

En esa línea apuntó que “quien se alza frente al referéndum no es el Código Penal”, sino el artículo 155 de la Constitución que permite al Senado, a instancias del Gobierno, aprobar la intervención de una comunidad autónoma, y el delito de rebelión, que siguen existiendo. Y remató: “No vamos a sentarnos como Rajoy a ver cómo pasan las cosas”. Incluso, barajó la posibilidad de que un juez imponga penas de inhabilitación superiores a la que sufrió el presidente de ERC, Oriol Junqueras, si suma las que contemplan dos de los tipos en que se ha desdoblado.

No obstante, ya en su intervención inicial había defendido la reforma de sedición y malversación como "una decisión arriesgada pero una decisión política", que busca "resolver el conflicto que vivíamos en Cataluña", lograr la convivencia en vez del "enfrentamiento y la fractura social" que se daban durante el Gobierno de Rajoy, "devolver al terreno de la política" el conflicto y "dejar los tribunales y la judicialización como última, última instancia".

López se congratuló de que lo que está haciendo el Gobierno "funciona", pues Cataluña ya no aparece como un problema para los españoles. "España no se rompe", sintetizó. "Se ha roto el independentismo, se ha quedado sin el victimismo, que es lo que más aglutina al independentismo". Desde su punto de vista, ahora "los catalanes pueden ver claramente que aquí hay un proyecto que se llama España".

Preguntado también por las protestas del presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, quien dijo que el Gobierno está intentando hoy “explicar lo inexplicable”, la reforma de estos delitos, López, sin hacer mucha sangre ni entrar en reproches a su compañero de partido, ironizó: “No sé si es inexplicable. Yo aquí lo estoy explicando”.