En rueda de prensa en la Cámara Baja, tras reunirse con el nuevo presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Lluis María de Puig, el portavoz socialista consideró "lógico" que Rajoy mantenga reuniones con otros dirigentes europeos afines a su ideología política, porque, dijo, no puede reunirse con gente de su partido, ya que no paran de darle "disgustos". En el PP, agregó, está ahora en una "situación esperpéntica".

Comentó que Rajoy, en su "intento de romper la mayoría del PSOE, ha terminando rompiéndose él mismo" y "humillando" a algunos destacados dirigentes del partido, como Josep Piqué, Alberto Ruiz-Gallardón o Eduardo Zaplana, algo que es "de vergüenza ajena".

Para el diputado socialista, los "sucesivos desencuentros" internos en el PP han "diluido" el peso de Rajoy, a lo que se suma que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, "le da disgustos un día sí y otro no" y encima "le ha dejado dos marrones", en alusión a la no inclusión de Gallardón en las listas electorales y a la decisión judicial sobre el "caso Severo Ochoa".

Diego López Garrido indicó que sería "bueno" que el PP asumiera "las mismas ideas" que otros partidos afines europeos en lo que refiere al aborto, el divorcio, la igualdad entre hombres y mujeres, la Educación para la Ciudadanía o la separación Iglesia-Estado, algo que ya defendió en su día Jesucristo: "A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César".

Por ello, instó al presidente del PP a que, además de "hacerse la foto" con los líderes de la derecha francesa y alemana, Nicolás Sarkozy y Angela Merkel, comparta con ellos sus ideas en temas como los citados.

Las posiciones actuales del PP hacen que, según López Garrido, la presentación de Mariano Rajoy como alternativa de Gobierno sea como "para que dé vergüenza pedir el voto a los ciudadanos".