Esta es una de las conclusiones surgida de la asamblea celebrada la semana pasada en Madrid, durante la cual quedó patente que la Iglesia entiende la prisión preventiva como "una medida de aplicación excepcional, conforme a derecho".

Sin embargo, los participantes en el encuentro han resuelto que no siempre se respeta el principio de igualdad en la concesión de beneficios penitenciarios, por lo que han soicitado que "este principio de igualdad quede plenamente garantizado en el nuevo Código Penal".

Por otra parte, en las conclusiones del encuentro se pide que el principio de igualdad ante la ley sea aplicado sin restricción, también en la concesión de beneficios penitenciarios, a los presos extranjeros.

Asimismo, reivindican la concesión de medios de subsistencia y ayuda administrativa para los extranjeros que, sometidos a algún procedimiento judicial, estén en libertad provisional.

Respectoa los presos enfermos de sida, la asamblea pastoral penitenciaria ha reclamado para ellos un trato "especialmente generoso" en la aplicación de la libertad condicional y una acogida digna de servicios adecuados por parte de las administraciones locales, de las comunidades cristianas y de la sociedad.

Finalmente, piden al Legislativo la incorporación de nuevas medidas alternativas a la pena privativa de libertad en el nuevo Código Penal.