El médico, de nacionalidad alemana y nacido en Rumanía, prestó declaración ante la magistrada durante casi tres horas y se confesó autor del doble asesinat. Aseguró que "lo volvería a hacer", según dijeron fuentes cercanas a la investigación.

El inculpado explicó que mató a sus dos hijos, Katherina y Matthias, de 8 y 6 años de edad, en la madrugada del miércoles al jueves en la habitación de unos apartamentos del noreste de Mallorca donde estaban pasando sus vacaciones. Les quitó la vida con una dosis letal de tranquilizantes.

Las fuentes consultadas dijeron que el médico permaneció con los cadáveres durante 24 horas. Durante ese periodo de tiempo,intentó sin éxito suicidarse en varias ocasiones.

Posteriormente, se dirigió a la playa de Sa Coma, cerca de los apartamentos, para tratar de ahogarse. Frustrado este nuevo intento de suicidio, cogió un autobús hacia Formentor, donde fue localizado en la madrugada de hoy por la policía local de Pollensa.

Los médicos forenses Javier Alarcón y Emilio Salas realizaron esta mañana la autopsia a los cadáveres. No han trascendido los primeros resultados del análisis y las muestras de los cuerpos han sio remitidas a Madrid.

La policía se puso ayer en contacto con la madre de los niños y ex esposa del acusado. Se prevé que pueda llegar a Mallorca en las próximas horas desde Inglaterra, donde reside, para identificar los cadáveres e iniciar los posibles trámites de repatriación de los cuerpos.

Rueder Peter Oytzen explicó que su ex esposa maltrataba a sus hijos, a los que no veía desde hace seis meses. Tras el divorcio de ambos, la custodia de los niños fue concedida a la madre. El marido pasaba pr problemas económicos.

La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Manacor se inhibió del caso tras decretar la prisión incondicional, en favor del tribunal número 3 de la localidad, de guardia en el momento en el que se produjo el parricidio.