Síndrome de Down
La primera menina con síndrome de Down atrapa todos los 'selfies' en Madrid
- Instalada en el número 94 de la madrileña calle Serrano, permanecerá hasta el 15 de diciembre
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Marieta tiene 11 años y síndrome de Down y, desde hace algunos meses, una menina en su vida. Todo fue idea de su madre, María Dusinague, acostumbrada otros otoños a pasear por algunas calles de Madrid entre meninas gigantes diseñadas por celebridades. Así que pensó: ‘¿Por qué no hacer ella misma una menina? ¿Y por qué no, una menina con síndrome de Down?’.
‘Meninas Madrid Gallery’, más que una exposición, es una pasarela en la que algunas de las calles más emblemáticas de Madrid sirven como escaparate para mostrar las distintas visiones y reinterpretaciones de la obra de Velázquez. Por séptimo año consecutivo una treintena de meninas ocupan el conocido Barrio de Salamanca de la capital madrileña.
Esta edición se suma a la familia de esculturas temáticas la primera con discapacidad intelectual. La menina Marieta ha establecido su residencia temporalmente (del 15 de noviembre al 15 de diciembre) en la calle Serrano 94, concretamente en la esquina con la calle Juan Bravo.
María Dusinague es experta en telecomunicaciones y madre de una niña de 11 años con esta alteración cromosómica. Lo sabe todo acerca del síndrome de Down, pero muy poco sobre cuestiones artísticas. “Así que me puse en contacto con el Taller de María. Ella es licenciada en Bellas Artes, es pintora y he hecho algunas cosas con ella”, explica en una entrevista a Servimedia. Luego se sumó al equipo Isabel (también del taller), y por supuesto, su hija Marieta. “Ellas me ayudaron a ‘poner blanco sobre negro’ la idea que yo tenía en mi cabeza y decidí presentarla al concurso”.
UNA NOTICIA MUY GRANDE
Finalizado el verano, María recibió una ‘gran’ noticia. “Nos habían dado una menina y nos la traían a casa. Lo que pasó es que no habíamos calculado bien las medidas y no pensábamos que fuera tan grande”, rememora, ahora, entre risas. “Una figura tan voluminosa no entraba por la puerta de casa, así que tuvieron que meterla a través de la terraza por el exterior”.
Aún recuerda la cara de sorpresa de su hija Marieta cuando vio aterrizar a una de las meninas de Velázquez en el salón de su casa. A partir de ese momento, empezó el proceso de creación, al que cada día se sumaban nuevos miembros a través de su cuenta de Instagram el.cromosoma.de.Marieta.
“Muchísima gente se ha ido uniendo para ver cómo se hacía paso a paso la menina”, relata la autora, que insiste en que “la escultura tiene el mismo rostro que su hija y el mismo nombre”, pero no es una niña. Es una mujer joven que representa “todas las capacidades de las personas con síndrome de Down”.
Esta escultura “representa a una chica joven con síndrome de Down y que trabaja, por eso lleva un maletín con un ordenador colgado de un brazo”. Es una mujer actual a la que le gusta viajar, “por eso lleva una maleta con un montón de pegatinas de diferentes ciudades y que, en el fondo, tiene los mismos gustos que todos”. El mensaje que prevalece es que “somos mucho más iguales que diferentes”, subraya María. Esta menina es “un canto a la ciudad de Madrid como ciudad inclusiva en la que da igual el número de cromosomas que tengas o tus capacidades”.
UNA MENINA INFLUENCER
Esta figura está llena simbología alusiva a la trisomía 21. “Lleva los calcetines desparejados que es un emblema en el Día Mundial del Síndrome de Down, un tatuaje en la mano izquierda y un escudo en el que se puede leer T21”. Esta figura es además un punto de información porque lleva incorporado un código QR que ofrece “datos realistas y actualizados acerca del síndrome de Down”, apunta.
María ha contado con el asesoramiento y la supervisión de su hija Marieta, quien se reconoce en el rostro de la menina. “Lleva palas de pádel porque le gusta practicar este deporte, como a mí; y también auriculares porque a mí me encanta la música”, comenta en declaraciones a Servimedia. Asegura su madre que su hija se sabe de memoria el tema ‘Dancing Queen’ del grupo sueco Abba. Lo cierto es que apenas lleva unos días instalada en la calle Serrano, junto a sus hermanas, y ya es un poco la reina del baile.
La falda, tan característica de la menina, sirve de lienzo para estampar los 900 nombres de “un montón de personas que nos ha ido mandando los nombres de sus hijos, de sus amigos, a través de las rede sociales a lo largo de todo el proceso creativo”, explica.
Una vez acabada e instalada la obra su creadora está descubriendo, con asombro, que todos ellos se sienten parte de ella porque “es la menina de todas las personas con síndrome de Down”, y confiesa que llegan a su Instagram cientos de ‘selfies’ de aquellos que van a buscar su nombre en la falda de la menina y se hacen una foto con él”. Reconoce, entre bromas, que bien podría ser ‘la menina influencer’.
Desde que la menina ‘se fue de casa’, tanto María como su hija Marieta, no pasan ni un día sin ir a verla: para atender a los medios de comunicación, o hacer una presentación personalizada para una persona con discapacidad intelectual.
Una vez concluida la muestra, estas icónicas esculturas abandonarán las calles de la capital para ser subastadas. El 80% de los fondos recaudados se destinará a fundaciones y asociaciones benéficas, pero otras podrán ser adjudicadas directamente al patrocinador o se podrá donar una figura a una institución. Las meninas más allá de aportar color y vida a las calles de Madrid continuarán, de este modo, su viaje con un destino solidario e inclusivo.
(SERVIMEDIA)
22 Nov 2024
AOA/pai/gja